Naia tenía alrededor de 15 años cuando se cayó en un hoyo hace unos 12.000 años, en lo que hoy forma un cenote en la península de Yucatán, México.
Desde entonces, los restos de su esqueleto casi completo permanecieron ocultos en una fascinante cueva subacuática.
Pero la increíble historia de Naia, tal es el nombre griego que le pusieron quienes la encontraron, comenzó a revelarse cuando un grupo de buzos exploradores la encontró en 2007 en su tumba sumergida.
Su hallazgo es muy importante para comprender mejor los orígenes de los primeros pobladores del hemisferio occidental y su relación con los indígenas contemporáneos.
Naia, que quiere decir ninfa del agua, fue hallada rodeada de varios animales ya extinguidos a más de 40 metros bajo el nivel del mar en Hoyo Negro, un profundo cenote en el sistema de cuevas Sac Actun.
Así nació el proyecto Hoyo Negro, dirigido por el Instituto Nacional de Antropología e Historia mexicano (INAH) con el apoyo de la Sociedad Geográfica Nacional de Estados Unidos.
El cenote de Hoyo Negro
Para hablar de Naia, es necesario conocer el cenote de Hoyo Negro. Está ubicado en Tulum, en el estado de Quintana Roo. Fue llamado así porque posee 55 metros de profundidad y 62 metros de diámetro. Este cuerpo acuático y geológico fue descubierto en el año 2007 por los espeleobuzos Alex Álvarez, Franco Attolini y Alberto Nava.
En este cenote hay sumergidos numerosos vestigios. Se han encontrado tanto ofrendas mayas como restos paleontológicos. Esta ha sido la principal razón por la que, desde el 2011, el Proyecto Arqueológico Subacuático Hoyo Negro es el encargado de explorar la ancestral cavidad. Esta instancia pertenece a la Subdirección de Arqueología Subacuática del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

Los descubrimientos
En Hoyo Negro se han descubierto restos de animales y humanos prehistóricos, los cuales habitaron la región hace aproximadamente, de 40 mil a 10 mil años antes de nuestra era. Entre muchas especies descubiertas en el sitio, se han encontrado vestigios de tigre dientes de sable, gonfoterio (un paquidermo), osos, armadillos y tapires. Varios de aquellos seres vivos lograron evitar la extinción gracias a que se adaptaron al medio ambiente y habitan todavía la Península de Yucatán.

Naia, la humana más antigua de nuestro país y el continente
Sin lugar a dudas, el hallazgo más importante en el cenote de Hoyo Negro ha sido el del esqueleto de la mujer Naia. Se le bautizó con este nombre ya que hace referencia a las ninfas acuáticas de la mitología griega, que en la antigua lengua helénica eran llamadas Naiádes (Ναϊάδες). Su descubrimiento tuvo lugar en el año 2014. Sus restos óseos han sido datados con una antigüedad de entre 12 a 13 mil años, lo que la convierten en la ser humana más antigua en ser descubierta en México y América. Vivió durante el periodo Paleolítico, el cual inició hace 2.59 millones de años y concluyó recién hace 12 mil años.
La osamenta revela que Naia, al momento de su muerte, tenía entre 15 y 16 años edad. Tuvo una estatura de 1.52 metros y llegó a pesar un máximo de 50.4 kilos cuando estaba bien alimentada, ya que a menudo pasó por épocas de carencia alimenticia. Sus huesos también demuestran que sufrió múltiples lesiones. También ya había dado a luz. Parece ser que su deceso fue accidental: buscando agua dulce, se aventuró en el cenote, que en ese entonces no estaba inundando ya que la glaciación del periodo había hecho retroceder el nivel del mar; al internarse en la caverna, no se percató de un abismo por el que cayó, muriendo instantáneamente.

La relación entre Naia, los actuales habitantes de Yucatán y otros pueblos originarios
Los múltiples estudios realizados al ADN de los restos óseos de Naia en México y en el extranjero, han arrojado un importante dato. Se ha revelado que tanto esta chica, así como muchos de los habitantes de la Península de Yucatán y otros pueblos originarios del continente, comparten el mismo perfil genético. Esto quiere decir que provienen de la misma población que llegó a América, a través del estrecho de Bering, hace miles de años.

Fue una vida corta y muy dura, marcada por la desnutrición y posiblemente el maltrato.
Los científicos que vienen estudiando los restos de una adolescente que vivió hace casi 13.000 años en México dieron más detalles sobre su vida.
Naia, como fue nombrada la joven, es el esqueleto más antiguo y más completo recuperado en América.
Los restos de la joven fueron descubiertos en el año 2007 en Hoyo Negro, una enorme cámara subterránea inundada en un sistema de cuevas en el estado de Quintana Roo, en la península de Yucatán.
Pero solo en 2014 el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) de México divulgó los primeros detalles sobre el hallazgo.
Este martes, los investigadores del proyecto anunciaron que el estudio del sacro de Naia reveló que la adolescente fue madre, aunque no se sabe cuánto tiempo antes de su muerte.
Y las huellas de fracturas en los huesos de los brazos indican que posiblemente “fue maltratada cuando era más joven”, según James Chatters, arqueólogo, antropólogo forense e investigador principal del Proyecto Hoyo Negro, que forma parte de la Subdirección de Arqueología Subacuática del INAH.
Leave a Reply