En Calixtlahuaca, Estado de México, se conservan los vestigios de la cultura matlatzinca.
La zona arqueológica de Calixtlahuaca resguarda uno de los más impresionantes vestigios de la cultura Mesoamericana: el Templo de Ehécatl. Sus ruinas milenarias esconden paisajes asombrosos y tienen una especial forma circular.
Esta comunidad se encuentra en el Valle de Toluca, en el Estado de México. En esta región se asentaron grupos mazahuas, nahuas, otomíes, teotihuacanos y toltecas.

El pueblo de Calixtlahuaca
Calixtlahuaca se compone por los vocablos del náhuatl «calli«, que significa casa, e «ixtlahuatl«, que se traduce como llanura. Por ello a este poblado se le conoció como «lugar de casas en la llanura«.
Durante la época prehispánica, específicamente en el periodo Preclásico (entre el 1000 a. C. y el 150 d.C.), en la zona incursionaron grupos con influencia olmeca.
Sin embargo para el año 250, los teotihuacanos arribaron al Valle de Toluca, entre los territorios ocupados se encontraba Calixtlahuaca. El hecho de que esta cultura se asentara en la región fue en parte por los recursos que ofrecía la zona y que permitían la subsistencia.
Fueron los teotihuacanos quienes introdujeron algunas costumbres y rituales como son el juego de pelota, así como el culto a Quetzalcóatl y Tláloc.

Caída de los teotihuacanos
Posteriormente, con la caída de Teotihuacán, en Calixtlahuaca se introdujeron los toltecas. Estos serían sustituídos por los matlatzincas (mejor conocidos como «los de la tierra del maíz»).
Esta comunidad tuvo su apogeo dura te los años 1116 y 1476. Sin embargo los matlatzincas serían conquistados por los mexicas.
En el año de 1510 los matlatzincas intentaron sublevarse de los mexicas. Esto no terminó bien, pues Moctezuma II ordenó la destrucción del pueblo, por lo que sus habitantes huyeron hacia lo que hoy es Michoacán.
Templo de Ehécatl
El sitio arqueológico de Calixtlahuaca se encuentra en la falda norte del cerro Tenismó y es el único asentamiento que se conoce de la cultura matlatzinca. Sus ruinas se extienden a través de varios kilómetros con patios que se comunican entre sí con habitaciones en múltiples niveles.
Entre los conjuntos arquitectónicos que componen la región, destaca el Templo de Ehécatl-Quetzalcóatl, que tiene una planta circular, a diferencia de las pirámides cuadradas.

Es importante señalar que a Ehécatl se le consideró como una manifestación del viento, además de ser una manifestación de Quetzalcóatl, una de las deidades más relevantes del panteón mesoamericano.
A Ehécatl-Quetzalcóatl también se le asoció como uno de los cuatro dioses portadores del Cielo, a él correspondió el lado Oeste. Por ello, al vincularse con el viento y los cielos, fue la deidad que atraía las lluvias sobre el Valle de México.
Sus cualidades se reflejan en el diseño de su templo, pues su arquitectura aerodinámica permite acoger los vientos del dios mesoamericano. Las puertas a esta pirámide representan las fauces de una serpiente gigantes.
Otros asentamientos en Calixtlahuaca
En esta zona arquelógica también encontrarás otras ruinas como el conjunto Tláloc, que se integra por dos monumentos. Un Tzompantli (altar de cráneos). Del mismo modo cuenta con un panteón que tiene cuatro monumentos.
Y también podrás visitar el conjnto Calmecac, que es una serie de estructuras alrededor del patio, muy cerca del río Tejalpa.
No pierdas la oportunidad de conocer este místico lugar que se encuentra en el pueblo de Calixtlahuaca, en el Estado de México.
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