Encuentran altar Teotihuacano en Tikal: El hallazgo que reescribe la historia maya

Un hallazgo ha marcado un antes y un después. Un equipo de arqueólogos dio con un altar pintado en Tikal que, lejos de ser maya, presenta rasgos culturales de Teotihuacan, a más de 1.000 kilómetros de distancia. ¿Qué significa esto? El hallazgo sugiere una ocupación extranjera estructurada, rituales inusuales y un episodio político que fue, quizás, deliberadamente silenciado.

Una presencia inesperada en tierras mayas

Un altar que no debería estar allí: el hallazgo que reescribe la historia maya
© iStock.

El descubrimiento de un altar de piedra caliza en el corazón de una residencia antigua de Tikal ha desconcertado a la comunidad arqueológica. Decorado con colores vivos y símbolos del “Dios de la Tormenta”, típico de Teotihuacan, el altar parece obra de un artista formado fuera del entorno maya. Su función también sorprende: era devocional, pero centrado en deidades y no en líderes, como era tradición local.

Los arqueólogos identificaron la zona como el Grupo 6D-XV, un área residencial habitada por personas que probablemente emigraron desde Teotihuacan. No solo trajeron consigo costumbres arquitectónicas y funerarias, sino también una fuerte identidad cultural que lograron preservar durante generaciones.

Influencias poderosas y tensiones crecientes

Tikal, una de las ciudades más importantes del mundo maya, mantuvo desde el siglo I d.C. vínculos comerciales con Teotihuacan. Sin embargo, este altar indica que las relaciones superaron el mero intercambio de bienes. El complejo arquitectónico donde se halló muestra fases constructivas que van desde el 300 al 450 d.C., reflejando una ocupación prolongada y planeada.

El hallazgo sugiere que individuos de alta jerarquía de Teotihuacan residieron en Tikal, imponiendo sus propios ritos y estructuras simbólicas. Esto pudo haber sido parte de una estrategia de control político en la región, en la que los líderes extranjeros trataron de dejar una huella indeleble en el corazón del mundo maya.

Un pasado incómodo que fue enterrado

Un altar que no debería estar allí: el hallazgo que reescribe la historia maya
© T.G. Garrison / H. Hurst.

Lo más llamativo del hallazgo es lo que ocurrió después. A diferencia de otras estructuras mayas que se reutilizaban o reconstruían, este complejo fue deliberadamente cubierto con tierra y escombros. No fue reformado ni reaprovechado, sino sellado como si se tratara de un capítulo que debía cerrarse para siempre.

Los investigadores interpretan este gesto como una forma simbólica de rechazar esa etapa de dominación extranjera. Es probable que el ocaso del poder teotihuacano coincidiera con un deseo creciente de los mayas por distanciarse de una identidad impuesta.

La marca de una intervención extranjera

Un altar que no debería estar allí: el hallazgo que reescribe la historia maya
© T.G. Garrison / H. Hurst.

Ya se sabía que en el año 378 d.C. una fuerza foránea había intervenido en Tikal, reemplazando al gobernante local con un líder asociado a Teotihuacan. Lo que no se sabía es hasta qué punto esta influencia perduró y cómo se expresó en el día a día de la ciudad. El altar, junto con entierros típicos del altiplano mexicano y réplicas de templos teotihuacanos, refuerza la idea de una ocupación estructurada.

Los entierros rituales realizados junto al altar —incluidos tres bebés en las esquinas del mismo— son idénticos a los de Teotihuacan. Este paralelismo indica no solo una transferencia de poder, sino también de ritualidad, cosmovisión y formas de dominación simbólica.

Un legado incómodo y silenciado

El altar no era solo un objeto ceremonial: era un símbolo de poder político extranjero incrustado en pleno Tikal. Su clausura puede haber sido una forma de “exorcismo cultural”, un intento de borrar un pasado impuesto que ya no se consideraba legítimo.

Este descubrimiento no solo reescribe las relaciones entre Teotihuacan y los mayas, sino que pone en duda la imagen que teníamos de ambas civilizaciones. Una vez más, la tierra ha hablado… y lo que tenía que decir cambia todo.


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