El regreso del Tren Turístico Puebla-Cholula, con su ampliación hasta los municipios de Atlixco e Izúcar de Matamoros, es uno de los proyectos clave que plantea el Plan Estatal de Desarrollo 2024-2030, mismo que fue dado a conocer tras un mes de su aprobación en el COPLADEP.
El 11 de abril, el gobernador Alejandro Armenta presentó este documento ante el Comité de Planeación para el Desarrollo del Estado de Puebla (COPLADEP), pero no fue sino hasta ayer por la tarde cuando fue publicado en el Periódico Oficial del Estado (POE), específicamente en el Tomo: DCI Número: 5 Sección: Primera.
Este planteamiento está enumerado como el Proyecto Transformador 23, en la temática de Infraestructura, y cuenta con un texto adjunto que indica el propósito que tendría esta obra.
“Incrementar la actividad turística en el estado generando condiciones para la movilidad de personas y productos entre lugares representativos, promoviendo el desarrollo económico de las regiones”, señala el documento.
No obstante, aún se desconocen detalles sobre el derecho de vía que se utilizará, principalmente de Cholula a Izúcar de Matamoros, así como si se construirá una vía doble, a diferencia del proyecto original.
De este modo, el gobierno de Alejandro Armenta planea revivir uno de los proyectos más controversiales de la administración del fallecido mandatario Rafael Moreno Valle Rosas, durante la cual fue construido este sistema de tren-tranvía que comunicó al Centro Histórico de Puebla con San Andrés y San Pedro Cholula.
Con una inversión de mil 574 millones de pesos, este sistema fue inaugurado el 26 de enero de 2017 por el entonces gobernador panista junto al presidente de México, Enrique Peña Nieto, usando el derecho de vía ferroviario existente en una longitud de 17.2 kilómetros.
No obstante, cinco años más tarde, el difunto gobernador Miguel Barbosa Huerta determinó su clausura tras cinco años de operación, realizando su último viaje el día 31 de diciembre de 2022 entre la terminal de Puebla, junto al Mercado de Sabores, y la de Cholula, junto a la Pirámide.
“Vamos a presentar toda la realidad de lo que implicaba mantener este tren turístico, es desastroso, cada persona que sube le cuesta al estado mil 500 pesos“, explicó el entonces mandatario, contrastando el alto costo de operación del servicio con el bajo número de pasajeros que tenía.
En este sentido, un análisis presentado en 2023 por el director de Carreteras de Cuota, Andrés Villaseñor Herrero, indica que el costo de operación anual del servicio era de 68.85 millones de pesos, mientras que solo ingresaron al tren 106 mil usuarios que generaron ingresos de tan solo 986 mil 771 pesos.
En la actualidad, el material rodante que fue comprado para este proyecto presta servicio en el Tren Interoceánico, que circula de Coatzacoalcos, Veracruz, a Salinas Cruz, Oaxaca, tras haber sido vendido por el gobierno de Céspedes Peregrina.
De igual modo, el documento establece que el gobierno estatal emprenderá la modernización y rehabilitación de las estaciones del Tren México-Puebla-Veracruz, aunque no se especifica si será una tarea conjunta con el gobierno federal en función del proyecto del tren de pasajeros.
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