La mina Peñasquito, situada en el municipio de Mazapil, Zacatecas, es reconocida como la mayor mina de oro en México. Este yacimiento, que abarca aproximadamente 7,961 hectáreas, no solo es significativo por su producción de oro, sino también por la extracción de plata, plomo y zinc.
La historia de Peñasquito se remonta a 1992, cuando se identificó el potencial del distrito minero de Concepción del Oro para albergar un depósito significativo de minerales preciosos. Tras años de exploración y desarrollo, la mina inició operaciones comerciales en 2010, marcando un hito en la industria minera mexicana.
En 2019, la empresa estadounidense Newmont Corporation adquirió la mina tras la compra de Goldcorp, la propietaria original del yacimiento. Fundada en 1921 y con sede en Colorado, Newmont es una de las principales compañías mineras a nivel mundial, especializada en la extracción de oro, plata y otros metales preciosos.
La operación de Peñasquito ha sido fundamental para la economía de Zacatecas y de México en general. En 2022, la mina produjo aproximadamente 566,000 onzas de oro, consolidándose como la principal productora de este metal en el país. Además, generó alrededor de 2,800 empleos directos y 5,000 indirectos, contribuyendo al desarrollo económico de la región.
Sin embargo, la mina también ha enfrentado desafíos. En 2017, una huelga convocada por el Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros interrumpió las operaciones, resultando en pérdidas estimadas de 250 millones de dólares. A pesar de estos contratiempos, Peñasquito continúa siendo una pieza clave en la industria minera nacional.
La presencia de Peñasquito ha posicionado a Zacatecas como líder en la producción de oro en México, representando el 28.8% de la producción nacional de este metal. Además, la mina ha contribuido significativamente a las exportaciones del país, fortaleciendo su posición en el mercado internacional de metales preciosos.
En resumen, la mina Peñasquito, bajo la operación de Newmont Corporation, no solo destaca por su magnitud y producción, sino también por su impacto en la economía y el desarrollo regional de Zacatecas y de México en su conjunto.
Esta mina inició operaciones en 2010 y se proyecta que tendrá una vida útil de alrededor de 20 años, consolidándose como la mina de oro más grande del país y una de las más significativas a nivel mundial. De acuerdo a los mismos datos de CAMIMEX, en 2022 generó mil 900 millones de dólares. En la mina se emplean a 2 mil 800 personas de manera directa, y 5 mil empleos indirectos.
La mina Peñasquito tiene el potencial de transformar la economía mexicana, contribuyendo al sueño de que México se convertirá en Dubái, y no sólo por el beneficio económico, sino que tiene el potencial de desertificar la zona, como en el país de Medio Oriente.

La mina Peñasquito opera mediante un proceso de minería a cielo abierto, una técnica que implica la remoción de grandes cantidades de roca para acceder a los yacimientos subyacentes. Posteriormente, se utilizan procesos químicos para separar el oro del material extraído. Este tipo de minería tiene un impacto relevante en el medio ambiente. En el caso de Peñasquito, la remoción de grandes volúmenes de roca altera de manera irreversible el paisaje y afecta la biodiversidad local.
Además, existe el riesgo de generación de desechos mineros que contienen sustancias químicas y metales pesados, los cuales pueden contaminar fuentes de agua cercanas si no se manejan adecuadamente. Sin embargo, Newmont asegura operar bajo estrictos estándares internacionales de sostenibilidad, buscando minimizar el impacto ambiental de sus actividades.
Cabe resaltar que esta mina además produce plata, otro metal precioso altamente apreciado, lo que la convierte en una de las minas más importantes no sólo a nivel nacional, sino a nivel mundial.
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