A veces, los grandes logros llegan cuando menos se esperan. Así lo vivió Leonardo Gámez, estudiante de PrepaTec Ciudad de México, quien fue reconocido con el Harvard Prize Book Award 2025, un galardón que celebra a estudiantes destacados por su excelencia académica y su impacto social. Leonardo nunca imaginó que su nombre figuraría entre los cerca de 1,900 jóvenes del mundo seleccionados por clubes de exalumnos de Harvard para recibir este prestigioso reconocimiento.
“Todavía no encuentro las palabras para describir lo que siento. Es surreal”, compartió el joven de 17 años, visiblemente emocionado. Lejos de ver este premio como una meta cumplida, lo considera una señal clara de que va por el camino correcto. “Este logro no es solo mío. Es de todos los que han creído en mí, desde mis papás hasta mis compañeros de clase”, añadió con humildad.
Desde pequeño, Leonardo ha sido movido por una sola pregunta: ¿por qué el universo funciona así? Esa curiosidad insaciable lo llevó a enamorarse de la ciencia y a canalizar sus ideas en proyectos que buscan resolver problemas reales. Fue esta historia de pasión y propósito la que compartió en el proceso de selección del premio de Harvard, y que lo convirtió en uno de los estudiantes más prometedores del país.
Uno de sus proyectos más destacados es ResQ AI, una aplicación de inteligencia artificial diseñada para optimizar los tiempos de respuesta en emergencias médicas. Gracias a esta iniciativa, en 2024 tuvo la oportunidad de presentarla ante educadores de la NASA en la Space Exploration Educators Conference, celebrada en el Space Center Houston en Estados Unidos.
También creó Love Warning, una app pensada para alertar sobre señales de relaciones tóxicas, inspirada en experiencias cercanas con sus amigos. Este desarrollo fue seleccionado para participar a nivel nacional en la feria de ciencias PAUTA, una plataforma impulsada por la UNAM donde Leonardo ha estado involucrado desde 2019.
Líder, innovador y soñador, el joven que triunfa en Harvard
Su liderazgo no se limita a la ciencia. Actualmente forma parte del equipo de aviación SAIA, donde se convirtió en el primer estudiante de preparatoria en asumir el rol de capitán. También es embajador estudiantil del Tec de Monterrey, compartiendo su experiencia con nuevas generaciones.
Pero sus sueños van más allá del aula: Leonardo quiere ser astronauta. Por eso, este verano viajará a Bratislava, Eslovaquia, para participar en un programa de investigación en física cuántica en la Slovak Academy of Sciences. Además, se prepara para presentar el examen SAT con miras a estudiar Física en una universidad de Estados Unidos.
Más que acumular logros, Leonardo entiende que el verdadero motor es la curiosidad. “Carl Sagan decía que lo más importante no era tener todas las respuestas, sino tener las preguntas correctas”, recuerda. Para él, el mundo cambia cuando alguien se atreve a preguntar “¿por qué?” y no se conforma con un “porque sí”.
“Mis mejores experiencias han sido gracias a la curiosidad. Preguntar lo cambia todo”, concluye Leonardo, el joven mexicano que, sin buscarlo, se ganó un lugar en la historia de los premios entregados por Harvard.
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