La presa Valle de Bravo superó el estiaje y resurgió al reportar 62 por ciento de llenado, algo que no ocurría desde hace cuatro años y con ello repuntó el turismo. Los prestadores de servicio llaman a las autoridades a reforzar la administración del agua.
Datos de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) refieren que tras la conclusión de la sequía en junio de 2021 al 2024 dicho vaso de agua reportó niveles por debajo de 40 por ciento, incluso el último año descendió a 27 por ciento, a nada del “Día cero”.
En el arranque de junio, la presa Miguel Alemán tiene 243 millones de metros cúbicos de agua, casi 62 por ciento, y en los últimos 10 días revirtió el descenso con las lluvias.
En un recorrido hecho por El Heraldo de México se constató que el escenario es distinto a los anteriores cuatro años. El agua luce tonalidades azules y no marrones, mientras que el olor fétido se fue.
Esther Carrillo, integrante de la asociación de prestadores de servicio de Valle de Bravo, admitió que en este año la vida les cambió al dejar atrás el estiaje e incendios, y con ello se ha reactivado el turismo.
Dijo que han comenzado a extraer agua, pero con las precipitaciones pluviales no registrará disminución.
Recordó que 2020 fue el último año en que la presa había superado 70 por ciento de almacenamiento, y por ello reconoció el buen manejo hídrico de Conagua y el estado, pero el llamado es que ejecuten obras; dar mantenimiento a la red hidráulica, y explorar otras fuentes de almacenamiento.
El prestador de servicio, David Rodríguez Martínez, reconoció que durante este año la presa de Valle de Bravo registró una buena recuperación y auguró que al término de la temporada de lluvias alcance el 100 por ciento de nivel. Y bajo este escenario, afirmó, que el turismo y la derrama económica repunta más del 60 por ciento.
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