Aunque muchos lugares consideran varios platillos como parte de su gastronomía, algunos platillos tienen su origen en los lugares menos esperados. Mucho de esto pasa con la comida popular en la frontera de Estados Unidos con México.
Puntualmente, ocurre con algunos platillos de comida rápida, pero, ¿te has preguntado quién inventó los nachos? Este plato es ahora conocido en todo el mundo, pero tiene su origen en nuestro país.
Origen de los nachos
Aunque muchas personas asocian los nachos con la comida tex-mex o estadounidense, lo cierto es que este platillo tiene raíces firmemente mexicanas. Su historia comienza en la ciudad fronteriza de Piedras Negras, Coahuila, en el año 1943.
Esta ciudad se encuentra justo frente a Eagle Pass, Texas, lo cual influyó directamente en su nacimiento. Durante la Segunda Guerra Mundial, era común que esposas de militares estadounidenses cruzaran a México para ir de compras o cenar.
Fue en una de estas visitas donde surgieron los nachos: un platillo improvisado que se convertiría en uno de los más famosos del continente. La anécdota comienza cuando un grupo de mujeres entró al restaurante Club Victoria buscando algo de comer.
El chef no estaba presente, pero Ignacio “Nacho” Anaya, el maître del restaurante, decidió no dejarlas sin comida. Reunió rápidamente lo que tenía a la mano: tortillas de maíz, queso y chiles jalapeños.
Cortó las tortillas en triángulos, las doró, les colocó queso fundido encima y les agregó chiles en rodajas. El resultado fue tan sabroso que las comensales preguntaron por el nombre del platillo. Ignacio simplemente respondió: “Nacho’s especiales”.
¿Quién es el creador de los nachos?
Ignacio Anaya García, mejor conocido como “Nacho”, nació en 1895 en Coahuila. No era chef de formación, pero su ingenio y experiencia en la atención al público lo llevaron a crear una receta que trascendió fronteras.
Su ingenio culinario quedó para la historia gracias a esa noche en la que improvisó un platillo con tres ingredientes esenciales de la cocina mexicana. El platillo fue tan exitoso que comenzó a ofrecerse de forma permanente en el menú del restaurante bajo el nombre “Nacho’s especiales”, y eventualmente simplemente como “nachos”.
La fama del platillo creció tanto que Anaya incluso abrió su propio restaurante en Piedras Negras llamado Nacho’s Restaurant. Años después, Ignacio Anaya fue reconocido en su ciudad natal por la creación de este icónico antojito.
En honor a su legado, cada 21 de octubre se celebra el Día Internacional del Nacho, y en Piedras Negras se realiza un festival en su memoria. Esta celebración incluye concursos, ferias gastronómicas y hasta la elaboración del “nacho más grande del mundo”.
¿Por qué los nachos se consideran un platillo mexicano?
A pesar de su popularidad internacional y sus múltiples variaciones, los nachos son un platillo 100% mexicano. No solo por el lugar donde fueron creados, sino también por los ingredientes fundamentales de la receta original, todos ellos esenciales en la gastronomía mexicana:
- Tortillas de maíz: base de innumerables platillos mexicanos.
- Queso fundido: usado ampliamente en antojitos como quesadillas, enchiladas o molletes.
- Chiles jalapeños: uno de los ingredientes más representativos de la cocina nacional.
Además, la creatividad y espontaneidad con la que fue creado el platillo reflejan una característica muy mexicana: el ingenio culinario para resolver con lo que se tiene a la mano, sin dejar de lado el sabor.
Hoy en día, los nachos siguen presentes en muchos hogares mexicanos, especialmente como botana para ver partidos, reuniones familiares o celebraciones, y también en taquerías y antojerías del país, aunque con versiones que pueden incluir frijoles, carne al pastor o salsa verde.
Cabe destacar que, a pesar de las versiones tex-mex más conocidas internacionalmente (que suelen llevar carne molida, crema agria y guacamole), los nachos tienen una identidad de origen bien definida en México.
La internacionalización de los nachos comenzó pocos años después de su invención. A medida que el turismo entre Texas y Coahuila aumentaba, el platillo cruzó la frontera y comenzó a aparecer en restaurantes estadounidenses, especialmente en Texas, Nuevo México y California.
Uno de los momentos clave para su difusión masiva fue en los años 70, cuando el empresario Frank Liberto introdujo una versión de nachos con queso procesado líquido en los estadios de béisbol en Texas.
Esta variante, más fácil de preparar y mantener caliente, se volvió un éxito entre los fanáticos del deporte. Poco después, los nachos se convirtieron en una botana infaltable en eventos deportivos, cines, ferias y conciertos en todo Estados Unidos.
Con el tiempo, comenzaron a surgir versiones más elaboradas y creativas: nachos con carne asada, pollo, frijoles, guacamole, salsa pico de gallo, crema agria, chorizo, e incluso versiones dulces con canela y azúcar.
Actualmente, es común encontrar nachos en el menú de restaurantes de todo el mundo, desde cadenas de comida rápida hasta propuestas gourmet. En México, se siguen disfrutando en su forma más sencilla (como la original de Nacho Anaya) o con toques regionales, como nachos norteños con carne seca, o nachos con rajas y elote.
Lejos de ser una invención extranjera, los nachos tienen un origen orgullosamente mexicano. Surgieron de la creatividad de Ignacio Anaya en Piedras Negras, Coahuila, y rápidamente conquistaron los paladares de millones alrededor del mundo. Con ingredientes básicos de la cocina mexicana y una historia entrañable, los nachos se han consolidado como un símbolo de ingenio, sabor y tradición.
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