Hay noches que les pertenecen a los mitos y la Noche de San Juan es una de ellas. Este 2025 encenderá sus fuegos entre el 23 y el 24 de junio, en una de esas madrugadas cargadas de símbolos, magia y purificación.
Cada año, justo cuando el sol alcanza su cenit en el hemisferio norte, miles de personas se reúnen para encender las llamas en un ritual que no es coincidencia. En este punto del solsticio de verano se celebra la luz pero también a la sombra.
Antes de que el cristianismo adaptara esta fecha al nacimiento de San Juan Bautista, el 24 de junio ya estaba consagrado a los ritos solares. Se encendían hogueras en un acto simbólico para ayudar al sol a no apagarse del todo y regalarle combustible antes de que comenzara su descenso anual. Entonces el fuego no solo iluminaba, también purificaba, conectaba y –se cree– abría portales.
Con el paso de los siglos, la Iglesia incorporó estas prácticas a su calendario. San Juan —el profeta que anunció a Cristo y fue concebido seis meses antes que él, según los evangelios— se convirtió en el nuevo protagonista de esta velada cargada de simbolismo. Las hogueras, entonces, pasaron a encarnar la llegada de un mensajero divino, y el fuego ya no era solo solar, sino también espiritual.
Pero más allá del dogma, la Noche de San Juan sigue siendo un ritual vivo que congrega a miles de creyentes. Hay quienes escriben deseos en papel y los lanzan a las llamas. Otros saltan sobre el fuego para dejar atrás lo que ya no les pertenece y algunos más se sumergen en el mar a medianoche para renovar sus energías, como si el agua enjugara todo lo que ya no se desea.
Por ello en muchas regiones de México esta festividad incluye ceremonias religiosas, procesiones, danzas tradicionales y ferias populares. Duarante varios siglos representó un momento para la convivencia comunitaria y la preservación de costumbres locales.
A la par del significado religioso, varias regiones de México cuentan con supersticiones y mitos relacionados con el Día de San Juan. Se cree que en la noche de San Juan los animales pueden hablar y revelar secretos del futuro.
Este día en el santoral también está asociado a las lluvias en varias culturas y regiones de México. Tradicionalmente, se cree que las celebraciones y rituales de San Juan Bautista tienen la capacidad de atraer la lluvia, influir positivamente en las cosechas y garantizar la fertilidad de la tierra.
También se cree que el agua de ríos, lagos y manantiales tiene propiedades curativas y bendiciones especiales durante la noche de San Juan. Además, se dice que las plantas recolectadas en esta noche tienen poderes medicinales y protectores.
Coincidencia, o no, los pronósticos meteorológicos señalan fuertes lluvias para la noche del domingo y madrugada del 24 de junio en estados como Nuevo León, San Luis Potosí, Tamaulipas, Veracruz, Campeche, Chiapas, Colima, Hidalgo, Jalisco, Michoacán, Nayarit, Oaxaca, Puebla, Querétaro, Quintana Roo, Tabasco, Yucatán, Coahuila, Estado de México, Guanajuato, Guerrero, Morelos, Aguascalientes, Chihuahua, Ciudad de México, Durango, Sinaloa, Sonora, Tlaxcala y Zacatecas, e intervalos de chubascos en Baja California y Baja California Sur.
Algunas comunidades practican saltar tres veces seguidas sobre las fogatas para atraer buena suerte y alejar malos espíritus.
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