Este yacimiento arqueológico, pequeño en cuanto a dimensiones físicas, pero con gran valor histórico, fue descubierto en 1907, por el arqueólogo Manuel Gamio. La pirámide recibió este nombre porque, tiempo atrás, en el siglo XIX, en lo alto de la colina vivía una persona llamada Manuel Conde, y el lugar era conocido como cerrito El Conde. Se piensa que, durante la época prehispánica, funcionó como un tecpan o palacio de la nobleza. Este basamento fue declarado monumento prehispánico histórico el 28 de diciembre de 2001.
La estructura principal de esta pirámide tiene del lado sur hiladas de xamitl (adobe). En su interior, se ha encontrado cerámica de la fase Azteca II y Tollan. Al frente, verás una escalinata y algunos cuartos adosados, característicos de este tipo de construcciones. De acuerdo con el arqueólogo Raúl García Chávez, la planta de este montículo es similar a la dibujada en algunos códices, como el Mapa Quinantzin, en el cual se muestra el palacio de Nezahualcóyotl.
En medio del ajetreo urbano del Estado de México, muy cerca del periférico norte, se encuentra la zona arqueológica El Conde, que recibe este nombre porque ahí vivió el señor Manuel Conde, a mediados del siglo XIX y que anteriormente formó parte de la hacienda El Prieto, del siglo XVI.
Su estructura principal es una pirámide de base rectangular, utilizada en tiempos prehispánicos, pero con una característica: un palacio de la nobleza prehispánica del siglo XV, una obra de arquitectura civil de esa época. También se han hallado vestigios de habitaciones y objetos que revelan la influencia teotihuacana en la región.
El origen de este asentamiento se remonta a la etapa final de Teotihuacán (600-800 d.C.), como lo demuestran los fragmentos de cerámica encontrados en la zona. También se han identificado vestigios correspondientes al periodo tolteca (800-1100 d.C.) y al Posclásico Temprano (1200-1430 d.C.).
Para visitar El Conde, puedes tomar llegar en auto, en un horario de martes a domingo de 10:00 a 17:00 h.
Toma el Anillo Periférico norte, después avenida Primero de Mayo, dirección poniente. Posteriormente, da vuelta a la derecha por la calle J.F. Kennedy, San Andrés Atoto y Ozumba hasta la esquina con Texcoco.
No pierdas la oportunidad de explorar El Conde, un rincón arqueológico que te hará viajar en el tiempo ¡sin salir de la ciudad!
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