Pagos sin fricción: cómo ha cambiado el uso del dinero en la era digital

El advenimiento de la era digital ha transformado nuestra vida en todas sus aristas. Desde la forma en que nos relacionamos, vivimos, y hasta consumimos. Todo parece estar mediado por la tecnología; nuestras pequeñas pantallitas portables nos permiten gestionar cantidad de trámites, hasta tal punto, que se han convertido en una herramienta de la cual dependemos.

Una de las grandes ventajas que ha traído el avance de la tecnología tiene que ver con las modalidades de pago. El mundo ha dado un gran salto dejando el uso del dinero en efectivo en segundo plano y adentrándose en los medios de pago digitales. El concepto de pagos sin fricción emerge para nombrar las nuevas modalidades de transacciones financieras: rápidas, cómodas, sencillas.

Importantes plataformas como PayPal se popularizaron en México y otros países de la región latinoamericana aprovechando el boom de industrias digitales en crecimiento, como la industria del juego online, que incorpora servicios de pago en línea, y aunque su uso aún es limitado en ciertas plataformas, existen algunas alternativas interesantes de casinos que aceptan PayPal.

¿Adiós al efectivo?

El viraje del efectivo hacia los pagos digitales se ha venido gestando desde hace años. De hecho, las tarjetas de crédito y débito han convivido con el dinero metálico durante décadas. Sin embargo, se ha registrado un significativo aumento de transacciones con pagos digitales en los últimos cinco años. Sin dudas la pandemia ha sido un factor clave en la aceleración del viraje hacia las nuevas modalidades de pago.

Con temor por la propagación del virus, las personas comenzaron a obtener sus bienes y pagar sus servicios a través de nuevos formatos. Los pagos con el móvil se naturalizaron y las plataformas digitales se mostraron idóneas para completar transacciones online. La crisis fue un terreno fértil para las empresas del rubro fintech que desenvainaron con éxito sus nuevas propuestas para pagos digitales.

Se afianzaron los pagos con tarjetas y se popularizaron las billeteras virtuales y las plataformas de pago digitales como PayPal. Hoy en día, existe una frondosa variedad de pasarelas para que los mexicanos elijan cómo desean pagar, sin la necesidad de pensar cuánto dinero llevan en el bolsillo; todo consiste en un par de clics.

Desde ya que los billetes siguen existiendo y hay quienes los prefieren para asegurarse de tener dinero al alcance en caso el sistema digital caiga o se acabe la batería del móvil. Las opciones son diversas, pero todas apuntan hacia lo mismo: buscan establecer una modalidad de pago sin fricción.

Mayor comodidad

Nunca fue tan sencillo obtener un producto por internet o gestionar pagos de servicios. Adiós a la idea de tener que hacer largas filas en mostradores; hoy los dispositivos tecnológicos son el recurso mediante el cual podemos hacer todas estas gestiones, ahorrándonos pasos engorrosos.

Con la digitalización de los servicios llegaron las apps móviles; un universo variopinto que ofrece desde apps para aprender lenguas y apps para solicitar comida a domicilio, hasta apps para transferencias bancarias inmediatas, apps de tarjetas y billeteras digitales, y un extenso etcétera. Son el puente entre los usuarios y las nuevas finanzas.

Pagos seguros

La seguridad es un aspecto fundamental en las transacciones con pagos digitales. Tiempo atrás, era inimaginable el hecho de que cediéramos a suministrar nuestros datos personales y financieros en un universo tan intangible como lo es la esfera digital, y más aún, si es online.

Pero con el pasar de los años y el nacimiento de las fintech comenzaron a hacerse de público conocimiento las herramientas de ciberseguridad que implementan las plataformas de pago digital. La autenticación biométrica, el cifrado de datos, los procesos de verificación de identidad y el bloqueo de apps en caso de robo de teléfono, son tecnologías avanzadas que garantizan pagos seguros.

Democratización de pagos:

Uno de los mayores desafíos a los que se ha enfrentado México durante los últimos años está relacionado con la reducción de la brecha financiera. La llegada de nuevas estructuras de pagos digitales impulsa hacia una mayor inclusión, dado que permite que usuarios no bancarizados puedan acceder a otras alternativas de servicios financieros.

Según un estudio de la firma global Deloitte, se ha registrado en años recientes un aumento significativo en la apertura de cuentas de crédito (23.9%) y débito (13.5%) en México. Los números indican que el año 2020 fue crucial, año de incertidumbre y confinamiento en el que se intensificaron los volúmenes de transacciones en línea.

Criptomonedas y tecnología blockchain

Las criptomonedas son el último adelanto en materia de pagos digitales. Si bien se han hecho conocidas sobre todo como activos de inversión, también funcionan como modelos de transacción, veloces, eficientes y seguros.

Su tecnología basada en cadenas de bloques hace que todas las transacciones sean trazables. Esto quiere decir que no hay lugar para el fraude dentro del ecosistema de criptomonedas. Las más usadas en México al día de hoy son: Bitcoin (BTC), Ethereum (ETH) y Stablecoins (USDT, USDC).