Investigadores de la Universidad Juárez del Estado de Durango (UJED), adscritos a la Facultad de Ciencias Biológicas del campus Gómez Palacio, realizaron un hallazgo sin precedentes en el norte de México.
Descubrieron la especie de caracol de agua dulce más pequeño del mundo, que mide apenas 0.7 milímetros.
En lo profundo del semidesierto de Coahuila, oculto entre las rocas de un discreto manantial subterráneo, un grupo de científicos mexicanos realizó un hallazgo que podría cambiar lo que conocemos sobre la biodiversidad microscópica del planeta: una nueva especie y género de caracol de agua dulce, considerado el más pequeño del mundo.
El resultado de más de una década de investigación

El equipo, liderado por el Dr. Alexander Czaja, encontró más de 80 ejemplares de esta nueva especie, a la que nombraron Microphreatus saltillensis, en honor a la ciudad más cercana, de acuerdo con un comunicado de la Universidad Juárez del Estado de Durango (UJED).
El descubrimiento fue documentado y publicado recientemente en la reconocida revista científica internacional Zootaxa, lo que subraya la relevancia y el impacto global de este hallazgo hecho por el equipo de la UJED.
Este caracol no sólo representa una especie nueva, sino que también corresponde a un género desconocido hasta ahora, lo que resalta su importancia biológica.
El Dr. Czaja destacó que esta investigación es resultado de más de una década de trabajo en ecosistemas de agua dulce del norte de México, y que la especie es única debido a sus adaptaciones a un hábitat subterráneo muy particular.
Más detalles de esta nueva especie

Estos caracoles, que viven entre granos de arena saturados de agua, carecen de pigmentación y, en muchos casos, de ojos, adaptaciones que les permiten sobrevivir en la completa oscuridad de su entorno.
Su pequeño tamaño les permite habitar espacios minúsculos dentro de los sedimentos, lo que los hace organismos altamente especializados.
Los investigadores resaltan la relevancia ecológica de estos invertebrados en ecosistemas frágiles y poco explorados, y señalan que aunque Microphreatus saltillensis parece ser endémico del manantial de Los Chorros, es posible que existan poblaciones en otros hábitats subterráneos aún desconocidos.
Este descubrimiento invita a continuar la exploración y conservación de estos ecosistemas únicos y poco visibles para la mayoría.

