5 filosofías milenarias que debes explorar antes de los 25

El concepto “filosofía milenaria” es comúnmente utilizado para hacer referencia a las líneas de pensamiento que se han transmitido durante miles de años y que aún funcionan como piedra fundamental, como base, de los análisis sobre la realidad, la existencia humana, el sentido de la vida, el conocimiento y la ética en las sociedades modernas para darle explicación al accionar humano, como la filosofía oriental y la griega.

En ese sentido, se denomina corriente filosófica a un grupo de pensadores que comparten ideas, pensamientos, tendencias o formas de hacer filosofía persiguiendo el objetivo de responder preguntas vitales sobre el ser humano, su vida, sus comportamientos y el mundo en el que los lleva a cabo.

Entre esos pensadores, Platón y Aristóteles son considerados los padres de la filosofía occidental y los pilares sobre los cuales se construyeron las escuelas y corrientes filosóficas posteriores. Y también sobre cuyos pensamientos se explican muchas de las situaciones y acontecimientos que transitamos en la vida diaria.

A continuación, vamos a ahondar en las cinco filosofías milenarias que necesariamente debemos conocer cuando comenzamos la vida adulta y que nos ayudarán a comprender mucho más de lo que esperamos, sus principales representantes y algunos libros en los que podemos explorarlas como kybalion, que ahonda en la filosofía hermética.

El Estoicismo

enchiridion libro ahonda en esta filosofía práctica de vida que tiene como eje al ser humano autárquico y autosuficiente, a aquel que es capaz de ser feliz solo, sin necesidad de ninguna persona o bien material, ese que, por eso, es considera más sabio que el resto. Si bien es una corriente fundada por Zenón de Citio, se considera que tuvo tres etapas de desarrollo, desde el siglo IV a. C hasta el Imperio Romano, y también fue promovida por Posidonio y Séneca.

El estoicismo pretende discernir entre aquello que podemos controlar y aquello que no, es decir, nuestros pensamientos y acciones de los acontecimientos externos, y busca la serenidad y la virtud a partir de la reflexión sobre los errores, el aprovechamiento de las posibilidades de aprendizaje, la aceptación del destino y el desarrollo de un perfil resiliente a partir de la disciplina y la tolerancia.

En la vida cotidiana el estoicismo puede aplicarse en el manejo del estrés, la ansiedad y la frustración, manteniendo la calma y la racionalidad en lugar de reaccionar impulsivamente ante un otro que nos agrede o una situación que nos incomoda, como un problema de tránsito. También en la superación de la adversidad, aceptando la muerte de un ser querido o tomando un error como una oportunidad para aprender y mejorar.

El Idealismo

El origen del idealismo se remonta a Platón, pero continuó desarrollándose a lo largo de gran parte del siglo XIX y ha estado presente durante toda la extensa historia de la filosofía, tanto antigua como moderna. En contraposición al materialismo, se basa en que la realidad es lo que los seres humanos pensamos y la materia, aquello que produce el pensamiento. Es decir, que la materia existe sólo si la mente humana hace posible su existencia.

Sostiene que las ideas son el fundamento principal del conocimiento y la realidad, que estos elementos son más verdaderos que los bienes materiales y comprendemos el mundo en función de cómo nuestra mente estructura y percibe la realidad que la rodea. Señala que la idea es el origen de la existencia y que la mente es la creadora.

A lo largo de la historia, el idealismo se ha diversificado en sub corrientes como el idealismo subjetivo, objetivo, trascendental y alemán y, en el mismo plazo, ha sido representado por Hegel, Descartes, Kant y Scchelling, entre otros filósofos.

El Realismo

Como antítesis de la corriente filosófica idealista y nominalista, el realismo sostiene que la materia existe independientemente de la observación o percepción del ser humano a través de cualquiera de los sentidos; es decir, la existencia objetiva de la realidad. En otros contextos, el concepto ‘realismo’ referencia a la objetividad de las realidades en términos políticos y sociales.

Es también una corriente artística y literaria caracterizada por la objetividad, la postura analítica y crítica y la mirada detallada que pretende reflejar en el arte una imagen fiel, verosímil y exacta de la realidad y la vida cotidiana. En cuanto a las temáticas, ahonda en temas mundanos y habituales, alejados de todo tipo de idealización, y en las injusticias sociales como la pobreza y la desigualdad.

El realismo se vincula con la corriente de pensamiento de los padres de la filosofía, Platón y Aristóteles, pero se desarrolló en mayor medida durante la Edad Media y fue representado y promovido por Santo Tomás de Aquino.

El Escepticismo

El concepto escepticismo deriva del griego skeptikós, que significa “que examina” y en términos de corriente filosófica promueve la duda permanente o la total improbabilidad respecto de conocer la verdad objetiva. En consecuencia, la incredulidad, la suspicacia y la desconfianza son los estandartes de sus representantes frente a lo que se supone es la verdad o pretende presentarse como tal. Consideran a la razón, al conocimiento y a los sentidos humanos como poco fiables para confirmar tal verdad.

Por eso motivo, el escepticismo suele cuestiona todo lo establecido en todas las áreas, principalmente las más duras, posicionadas y defendidas, como las ciencias y las religiones, pero también las más versátiles y cambiantes, como las relaciones humanas. En el caso de la ciencia, el escepticismo científico demanda la evidencia empírica necesaria para sostener determinada información o descubrimiento. En cuanto a lo religioso, duda de dogmas, de la existencia de dioses y de la inmortalidad de las almas.

Son representantes de esta corriente Timón el Silógrafo Pirrón y Sexto Empírico.

El Dogmatismo

En contraposición con el idealismo y el escepticismo, esta corriente filosófica promueve y confía ciegamente en que la razón humana es capaz de alcanzar la verdad e interpretar la realidad, sin necesidad de justificarse ni confrontar su verdad con otras, y acepta todo tipo de dogmas sin cuestionarlos de los mismos. Como resultado de esta sobrevaloración de la razón, esta corriente considera y sostiene una opinión como una verdad absoluta e indiscutible, sin cuestionar sus principios, algo que tiende a considerarse obtuso y fundamentalista.

Los dogmas religiosos son un ejemplo claro de pensamiento dogmático, dado que se los considera ciertos e innegables y también las leyes constitucionales, entre otros. La corriente filosófica o de pensamiento dogmática tuvo su momento de esplendor entre los siglos VII y VI a. C. y fue representada por Tales de Mileto, Parménides, Anaximandro, Pitágoras, Anaximenes y Heráclito.

Explorar sobre estas y otras filosofías milenarias, así como indias u orientales, nos aporta información y contexto para entender nuestra existencia y pensamiento y comportamientos propios, ajenos y de la sociedad toda; nos dota de herramientas, recursos y armas para volvernos más reflexivos, flexibles, equilibrados y tolerantes ante pensamientos contrarios, circunstancias hostiles y hasta situaciones agresivas o violentas.   

Por otro lado, debemos tener en cuenta que, a pesar de su vasta antigüedad, estas filosofías siguen vigentes, continúan funcionando como recurso para nuevos pensamientos y teorías e inspirando a los seres humanos con ideas valiosas para el desarrollo de la vida en la actualidad.