La Plazuela de la Danza del cerro de San Miguel, en el Pueblo Mágico de Atlixco, Puebla, se llenó de música, flores y color para conmemorar los 60 años del Huey Atlixcáyotl, considerado el segundo festival etnogeográfico más importante de México, después de la Guelaguetza.
Con más de 600 danzantes provenientes de trece regiones del estado, el encuentro reunió a miles de asistentes que vibraron entre penachos, máscaras, sones y zapateados.
“Es una danza que se realiza en las festividades de todas las localidades del municipio de Tepeyahualco, se hace en honor al Santo de cada localidad. Somos una danza que tiene muchos años y estamos tratando de rescatarla últimamente”, compartió el danzante Juan Fernando Balderas.

Tradición viva en Atlixco
El Huey Atlixcáyotl, declarado Patrimonio Cultural de Puebla en 1996, se ha consolidado como un mosaico de identidad y herencia indígena.
“Muy emocionados, son muchos años que la gente ha hecho un esfuerzo muy importante porque nuestras tradiciones, nuestra cultura prevalezca. El iniciador que fue Cayuqui, a sus 92 años, todavía estuvo con nosotros”, expresó Ariadna Ayala, presidenta municipal de Atlixco.
Este año, el estado invitado fue Oaxaca, que compartió con los visitantes la riqueza de su folclor. Familias, turistas nacionales y extranjeros llegaron desde temprano para asegurar un lugar en el cerro y disfrutar del espectáculo.

Festival Huey Atlixcáyotl
Nahuas, totonacos, tepehuas, otomíes, mixtecos, popolocas, mazatecos y criollos se reúnen en el mes de septiembre en el Valle de Atlixco, Puebla, para honrar a su santo patrón Quetzalcóatl en el Festival Huey Atlixcáyotl, una fiesta multicolor que reúne cantos, danzas, rituales y el sabor de los platillos típicos de la región.
Por medio del baile y la música, las comunidades se reúnen a festejar su cultura y tradiciones. Durante este evento también eligen a la Xochicíhuatl (Mujer Flor) y a sus Xochipilme (Florecitas). Se trata de un concurso que no califica la belleza, sino el conocimiento de las costumbres de los pueblos del estado de Puebla.
Son 13 las regiones etnográficas del estado de Puebla que participan año con año en este celebración de origen náhuatl que da inicio con la subida al cerro de San Miguel, donde las procesiones de danzantes encabezan el recorrido.

Un encuentro que trasciende fronteras
Entre el aroma del copal, la gastronomía típica y las notas de las bandas tradicionales, la jornada se convirtió en un viaje por la memoria colectiva.
“Es una fiesta que estaba esperando desde hace mucho tiempo. Me habían dicho que es la feria más importante de Atlixco y estoy encantado con lo que he visto. Estoy esperando a los voladores porque de verdad es muy interesante”, relató Isaías, turista colombiano.
Autoridades estatales y municipales resaltaron que el Huey Atlixcáyotl es más que un espectáculo: es un espacio de encuentro y preservación cultural, que a lo largo de seis décadas ha contado historias de identidad, resistencia y orgullo indígena.


