El sabor del Día de Muertos se vive este año también en forma de helado. En la Ciudad de México, Meyvi Helados ha logrado transformar dos de los elementos más emblemáticos de esta temporada —el pan de muerto y la flor de cempasúchil— en postres fríos que honran la tradición desde la innovación.
Con más de una década de trayectoria y varias sucursales repartidas por la capital, Meyvi se ha consolidado como una de las heladerías artesanales más queridas por su creatividad y por su compromiso con los sabores de temporada. Cada época del año tiene su inspiración, pero el otoño es, sin duda, su momento más especial: el tiempo en el que el pan de muerto y el cempasúchil se convierten en helados que evocan la nostalgia, la celebración y la identidad mexicana.
El helado de pan de muerto es una de sus joyas más celebradas. Elaborado con ingredientes que capturan la esencia del pan tradicional —mantequilla, ralladura de naranja y un toque de azahar—, logra reproducir el sabor del clásico sin necesidad de morder un solo trozo. Para completar la experiencia, cada porción se sirve con un mini panecito de muerto en la parte superior, un detalle que refuerza la conexión con la festividad y hace sonreír a quien lo prueba.
A su lado, el helado de flor de cempasúchil aporta un contraste vibrante y sorprendente. Su color naranja intenso, su aroma floral y su sabor sutilmente cítrico provienen de una infusión natural de pétalos, logrando una textura refrescante y un gusto delicado que recuerda al perfume de los altares. Es una propuesta que se distingue por su originalidad y que, además, resulta tan aromática como elegante.

Malteada de Día de Muertos
Nosotros lo probamos en la sucursal de Luis Moya 23, Colonia Centro, a solo unos pasos de la Alameda Central, uno de los puntos más concurridos de la ciudad y, sin duda, el lugar ideal para disfrutar estos sabores de temporada. En este local, además, los helados pueden servirse de distintas maneras: en crepa —con el contraste irresistible de la masa tibia y el helado frío— o, si el antojo es mayor, transformarse en una malteada que convierte la tradición en una bebida cremosa, dulce y reconfortante.
Aunque esta fue la sucursal que visitamos, Meyvi Helados cuenta con diversos puntos de venta en la CDMX, donde mantiene el mismo estándar de calidad artesanal y la creatividad que la distingue. En cada local, los clientes pueden encontrar sabores que cambian con las estaciones: desde los más frutales en primavera hasta los más cálidos en invierno, como el de ponche o rompope.

Helado de Pan de Muerto

