La Ciudad de México sigue reinventándose: tras convertirse en un espacio abierto al público, el histórico complejo de Los Pinos suma ahora un nuevo motivo para visitarlo. A un costado de la antigua residencia presidencial, entre árboles y bosque, se gestó el Bosque de Chapultepec —y hoy, el complemento perfecto para quienes buscan redescubrir la ciudad se llama Jardín Hondonada.
Inaugurado en diciembre de 2025, este jardín surge como parte de la transformación de Los Pinos: una apuesta por reconectar espacios simbólicos con la ciudadanía, integrando naturaleza, historia y arte sin muros. El Jardín Hondonada abre una puerta para transitar el pasado presidencial hacia un presente más reflexivo y relajado, invitando a quien lo recorra a dejar atrás el ritmo urbano y adentrarse en un verde refugio.

Arte que dialoga con la naturaleza
La principal atracción del jardín la constituyen tres esculturas monumentales: una ardilla, un cacomixtle y un tlacuache, animales que forman parte de la fauna habitual del Bosque de Chapultepec. Estas figuras, construidas con materiales reciclados, no son meras ornamentaciones: buscan transmitir valores como la resiliencia, la adaptabilidad, la conexión con el entorno, y subrayar la importancia de preservar la biodiversidad de la ciudad.
Pero el arte en Jardín Hondonada no se limita a lo escultórico. Dos espejos de agua —diseñados para captar lluvia, infiltrar agua en el suelo y nutrir la tierra— permiten que el lugar cumpla una función ecológica; un puente silencioso entre la estética y la sustentabilidad. Las terrazas de descanso y las áreas verdes ofrecen además espacios de contemplación, de lectura, de picnic o simplemente de pausa.

Un espacio para reconectar
Llegar a Jardín Hondonada es sencillo: el acceso es por Puerta 1 del Complejo Cultural Los Pinos, muy cerca de la estación Constituyentes del Metro. Abre de martes a domingo, de 11:00 a 18:00, con entrada gratuita. El jardín además es pet friendly (con correa), y cuenta con opciones para quienes llegan en bici.
Para el cuerpo citadino que camina a prisa, este jardín propone detenerse. Para quienes extrañan el contacto con la naturaleza: un bosque entre la arquitectura de la ciudad. Para quienes creen en el arte como puente emocional: esculturas que invitan a reflexionar sobre nuestra relación con otras especies y con el entorno.
Jardín Hondonada no es solo un nuevo parque; es una propuesta de ciudad. Un recordatorio de que los espacios públicos pueden ser lienzos de biodiversidad, memoria e imaginación.

