Adopta un Ajolote: UNAM lanza campaña para Salvar al Ícono Vivo de México

El ajolote no es solo un animal; es un símbolo vivo de México. Habita en el imaginario colectivo desde tiempos prehispánicos, aparece en códices, leyendas y ahora también en billetes, libros y museos. Sin embargo, detrás de su sonrisa perpetua se esconde una realidad delicada: el ajolote está en peligro crítico de extinción. Ante este escenario, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) ha lanzado una campaña que invita a la ciudadanía a involucrarse directamente en su protección: adoptar un ajolote.

La iniciativa surge como respuesta a la alarmante reducción de su hábitat natural en Xochimilco, así como a la contaminación del agua y a la introducción de especies invasoras. Frente a estos retos, la ciencia mexicana ha tomado un papel protagónico, desarrollando proyectos de investigación, reproducción y conservación ex situ para evitar la desaparición de este anfibio único en el mundo.

La campaña no solo busca recaudar fondos, sino también crear conciencia sobre la importancia de preservar la biodiversidad y fortalecer el vínculo entre la sociedad y uno de sus símbolos naturales más entrañables.


Un Habitante Milenario de los Canales de Xochimilco

El ajolote, cuyo nombre proviene del náhuatl āxōlōtl, ha sobrevivido durante siglos gracias a su capacidad de regeneración y adaptación. Puede reconstruir extremidades, órganos e incluso partes de su cerebro, lo que lo ha convertido en un organismo clave para la investigación científica a nivel mundial.

Paradójicamente, esa fortaleza biológica no ha sido suficiente frente al impacto humano. La urbanización, el deterioro de los canales y la pérdida de ecosistemas han reducido drásticamente su presencia en estado silvestre. Hoy, su conservación depende en gran medida de proyectos científicos y educativos como los que impulsa la UNAM.


¿Qué Significa Adoptar un Ajolote?

La adopción es simbólica, pero su impacto es muy real. Al participar, las personas contribuyen económicamente a los programas de investigación, mantenimiento y reproducción del ajolote en ambientes controlados. Estos recursos permiten alimentar, cuidar y estudiar a los ejemplares, así como desarrollar estrategias para su eventual reintroducción.

Quienes adoptan reciben información sobre su ajolote, su historia y el trabajo científico que se realiza para proteger la especie. Más allá del certificado, la adopción representa un acto de compromiso con el futuro de uno de los tesoros naturales de México.


Cuidar al Ajolote es Cuidar Nuestra Identidad

En un país donde la naturaleza y la cultura están profundamente entrelazadas, proteger al ajolote es también proteger una parte esencial de nuestra identidad. La campaña de la UNAM recuerda que la conservación no es solo tarea de científicos, sino una responsabilidad compartida.

Adoptar un ajolote es una forma sencilla y poderosa de decir que el México vivo, diverso y ancestral importa. Y que aún estamos a tiempo de cuidar a quienes han habitado estas tierras mucho antes que nosotros.

¿Cómo adoptar un ajolote de Xochimilco?

Con la campaña Adoptaxolotl, los amantes del ajolote pueden adoptar un ejemplar o convertirse en patrocinadores de un refugio, con aportaciones que van desde los $200 hasta los $108,000. Quienes adopten pueden decidir el nombre y el sexo de su ajolote.

Además, hay un nuevo kit denominado “Chamba a un chinampero”, que consiste en un donativo de $500. Incluye material gráfico dedicado a los productos que se cultivan y cosechan en las chinampas, los cuales cuentan con la etiqueta chinampera, una especie de sello verde que los distingue.

Estos paquetes se pueden adquirir a través de la página del Laboratorio de Restauración Ecológica del Instituto de Biología de la UNAM. Las aportaciones recaudadas son deducibles de impuestos.

Con esta campaña, la UNAM busca sumar apoyos para proteger al ajolote de Xochimilco y conservar uno de los ecosistemas más importantes de la Ciudad de México mediante la adopción simbólica y el trabajo comunitario.