¿Más caro en 2026? Estos productos importados pagarán hasta 50% de arancel

A partir de enero de 2026, la canasta de productos que llega a los hogares mexicanos desde el extranjero —especialmente desde países con los que México no tiene un tratado de libre comercio— enfrentará un cambio de fondo: aranceles más altos que se traducirán en precios al alza para millones de compradores. Este nuevo esquema fiscal fue consolidado en las últimas semanas y publicado en el Diario Oficial de la Federación, marcando un antes y un después en el comercio exterior y, muy posiblemente, en el bolsillo de los consumidores.

La estrategia del gobierno es clara: proteger la producción nacional y fortalecer sectores económicos clave que han sido presionados por importaciones más baratas. Para lograrlo, se han modificado las tasas arancelarias de más de 1,400 categorías de productos importados, estableciendo un rango que va desde tasas moderadas hasta grandes aumentos de hasta 50% dependiendo del bien que se trate. Esta decisión no se limita a un solo país, aunque buena parte de los productos afectados provienen de economías asiáticas con las que México no tiene acuerdos comerciales amplios.

¿Qué implica este cambio para tus compras?

Los aranceles son impuestos que se aplican a las mercancías que cruzan fronteras. Cuando suben, el costo de traer esos productos tiende a aumentar y ese impacto se filtra a través de toda la cadena: desde el importador hasta el comerciante y, finalmente, al consumidor. Para muchos bienes de consumo —desde herramientas especializadas hasta prendas de vestir— este ajuste podría reflejarse en precios más altos en tiendas físicas y en plataformas de comercio electrónico.

Entre los productos que enfrentarán los aumentos más fuertes —en algunos casos hasta del 50%— figuran artículos relacionados con el sector automotriz, como llantas y otros equipos asociados. Otros bienes sensibles tendrán tasas escalonadas de arancel, con fortalecimientos importantes para sectores de papelería, higiene personal, ropa y textiles en general.

Otras categorías, como electrodomésticos, juguetes, artículos para bebé y muebles, también verán aranceles más altos que antes, lo que inevitablemente encarecerá las opciones más económicas para las familias mexicanas.

Sectores con impacto directo

  • Automotriz y autopartes: llantas, accesorios y otros insumos pagarán tasas superiores, ajustándose hacia arriba en el esquema fiscal.

  • Consumo y cuidado personal: productos de higiene y limpieza enfrentarán aranceles más altos.

  • Textiles y moda: ropa, calzado y accesorios entran en categorías gravadas con alzas considerables.

  • Hogar y decoración: electrodomésticos básicos y objetos de uso diario también suman gravámenes nuevos o elevados.

  • Higiene y limpieza, Papelería y oficina
  • Los aranceles también alcanzarán a otros artículos, como:

    • Hasta 30% para electrodomésticos, como planchas y hornos de microondas
    • Hasta 30% para juguetes y artículos para bebé
    • Hasta 25% para joyería y accesorios de moda
    • Hasta 25% para muebles y artículos de decoración

Al mismo tiempo, no todos los productos electrónicos ni bienes de tecnología se ven afectados por esta ola de aranceles. Algunos artículos como ciertos tipos de pantallas o teléfonos móviles siguen protegidos por acuerdos internacionales o por categorías especiales que mantienen tasas más estables para no frenar la accesibilidad de bienes tecnológicos.

Productos sin cambios en arancel

Los electrónicos, como pantallas de televisión y refrigeradoresno están incluidos en estas modificaciones a la Ley de Impuestos Generales de Importación y de Exportación. Actualmente, ya pagan un arancel de entre 15 y 20%, según la TIGIE.

En el caso de cómputo y teléfonos móviles, la mayoría sigue exenta de arancel por el Acuerdo de Tecnología de la Información, aunque deben pagar el 16% de IVA al ingresar al país.

La Secretaría de Economía informó que los aranceles buscan proteger 350 mil empleos en sectores sensibles y no están dirigidos a ningún país en particular.

 

¿Cómo se justifica este movimiento?

El objetivo declarado por las autoridades es proteger empleos y la industria nacional, evitando la competencia desigual de productos importados que, por su bajo costo de fabricación o subsidios en sus países de origen, llegan al mercado mexicano con ventajas que muchas veces ponen en riesgo a productores locales.

Además de la dimensión económica, este ajuste forma parte de una estrategia más amplia de política comercial y fiscal de cara a 2026, con miras a fortalecer la manufactura nacional, equilibrar la balanza comercial y, según las estimaciones oficiales, resguardar cientos de miles de empleos en sectores estratégicos.

Mirada hacia adelante

Aunque este ajuste arancelario puede significar un impacto al alza en los precios al consumidor final, también abre la puerta para intensificar la producción local de bienes que México importa con frecuencia. La medida plantea un debate sobre la competitividad, la diversificación de proveedores y la adaptación del comercio electrónico en un entorno de costos cambiantes.

Para los consumidores y las empresas por igual, el 2026 se perfila como un año de ajustes, renegociaciones y oportunidades de transformación tanto en lo comercial como en lo productivo.