Fotos: INAH
La recuperación de este yugo prehispánico fue resultado de la suspensión de una subasta en Austria.
Los yugos prehispánicos formaban parte de algunos cultos o rituales religiosos, y se caracterizan por ser piezas con forma de “u”, y pertenecer a las culturas del Golfo de México; aunque ocasionalmente se han encontrado en otras zonas e incluso en la Meseta central.
Estas esculturas votivas suelen representar los cinturones que usaban los jugadores de pelota que servían para protegerlos al golpear la bola con la cadera. Probablemente estaban hechos de madera y/o pieles de animales para amortiguar el impacto de la bola.
Un yugo de piedra sedimentada, pieza de gran relevancia arqueológica e histórica, fue recuperada por medio de la Embajada de México en Austria, la cual forma parte del patrimonio cultural de nuestro país, de conformidad con la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos.
La pieza restituida representa el fruto del trabajo conjunto de las secretarías de Relaciones Exteriores y de Cultura, a través del INAH, ya que gracias a los argumentos jurídicos presentados por la representación de México en Austria se logró suspender la venta del bien, el cual había sido ofertado en una casa de subastas.
Esto porque el Estado mexicano sostiene que desde la Consumación de la Independencia, la legislación mexicana regula de forma estricta los bienes que conforman el patrimonio de la nación y, actualmente, prohíbe la exportación de piezas arqueológicas, por lo que su aparición en el extranjero se presume como producto de saqueos y/o parte de la cadena de actos ilícitos, por lo que se busca su restitución.
Por las características del bien arqueológico, se trata de un objeto cultural propiedad de la nación mexicana, elaborado en la Costa del Golfo durante el periodo Clásico mesoamericano (400-900 d.C.), representativo del estilo Clásico Central veracruzano.
El regreso de este bien arqueológico constituye una muestra del trabajo del Gobierno de México en la lucha contra el tráfico de bienes culturales y la restitución del patrimonio de la nación que se encuentra en el extranjero, así como un ejemplo de buenas prácticas internacionales para la conservación del pasado histórico de las naciones.