Elegantes ejemplos de arquitectura neogótica en CDMX (FOTOS)

Parroquia San Miguel Arcánge

Foto de ilustración: Parroquia de San Miguel Arcángel, Guanajuato. Autor: Carlos Alonso Caballero Vallejo

Muchas expresiones artísticas de la arquitectura fueron admirables ejemplos de subversión frente a los dogmas establecidos en cada época. El Art Noveau, por ejemplo, pretendió enaltecer la naturaleza, la libertad y la sensualidad en ornamentaciones que lucían extravagantes frente a la “gris” arquitectura que figuraba en la época victoriana. El movimiento Gótico es otro claro arquetipo, aún más antiguo, que marcó fuertemente el inicio de la decadencia del imperio Romano Germánico y de las monarquías feudales. El estilo gótico, de origen francés, se oponía a la estética del arte clásico anterior al Renacimiento y fue por ello que se le nombró así, haciendo alusión a la palabra “godo”, que se usaba peyorativamente para definir el estilo de los bárbaros.

El arte gótico representaba también una evolución de conciencia, de espiritualidad -de ahí que numerosas obras de esta índole fueron destinadas a fungir como recintos religiosos. El movimiento neogótico surge mucho tiempo después, en el siglo XVIII, como una elegía finísima hacía los recuerdos de la vida medieval de la época gótica y una subvención al arte neoclásico prominente entonces. Fue malamente criticado y llamada “pseudogótico”, ya que se pensaba una expresión que desvirtualizaba al movimiento gótico clásico de finales del siglo XII.  

En este sentido, podemos hacer una alusión breve con la palabra mimesis, para definir al “neo” de esta segunda fase del gótico: mimesis es un concepto aludido por Aristóteles a aquellas reinterpretaciones de la naturaleza que se proyectaban como el fin esencial del arte. Es para Platón la reinterpretación del mundo de las ideas. Mimesis no es imitar, es reinterpretar, dar un nuevo significado a lo ya proyectado. El neogótico fue la mimesis del romanticismo gótico, una pincelada de nostalgia que evocaba a su propia manera la época medieval. Sus características principales son los arcos apuntados, algunas veces sostenidos con elegantes pilares, las hermosas bóvedas de crucería, los contrafuertes y arbotantes, las ventanas y vidrieras con decorados religiosos como los rosetones, de formas redondas.

En todo México encuentras ejemplos neogóticos bellísimos, la mayoría provenientes de la revolucionada época del general Porfirio Díaz y su ambición por convertir el nuevo mundo en la mimesis de Europa. En aquella época -la búsqueda de la identidad mexicana perdida-, las iglesias fungieron un papel importante en nuestras ciudades, y dado que el neogótico era el diseño propio de lo religioso se adoptó en su mayoría en recintos como catedrales, templos e iglesias. Ejemplos como el Templo Expiatorio del Santísimo Sacramento en Guadalajara, La Basílica de Nuestra Señora de la Misericordia en Tlaxcala o la inmanente Parroquía San Miguel Arcángel en Guanajuato son algunos de los más místicos y notables.

La Ciudad de México también tuvo su pincelada de nostalgia neogótica,  hoy olvidada y abandonada por la colectividad. Extrañamente y a pesar de ello, aun mantienen su estética intacta, reflejando nostálgicamente una parte de nuestro cosmos historiográfico en busca de la autenticidad. En orden de la galería, a continuación algunos ejemplos:

Iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe del Buen Tono: antiguamente el convento de San Juan de la Penitencia, sitio fundado por indígenas en el siglo XVI. Posteriormente Ernesto Pugibet, un empresario francés que compró las tierras del convento, manda a demolerlo y a construir una fabrica tabacalera (El Buen Tono), dejando intacto solamente el templo del convento. Miguel Ángel de Quevedo fue escogido para realizar la fábrica y para darle los toques neogóticos al templo que hoy se mantiene en pie en la plaza del barrio de San Juan, en el Centro.

Parroquia de la Sagrada Familia: se trata de la primer iglesia fundada en la colonia Roma en 1906, concluida en su totalidad en 1925 con los últimos acabados de la elegante torre y reloj que posee. Es una de las piezas más hermosas de neogótico que se pueden encontrar en la ciudad, que además combina un poco el estilo neorrománico y ecléctico de entonces.

Museo Británico Americano: la antigua Christ Church de artículo 123 #134 en el Centro,  la primera catedral anglicana fundada en 1910, fue destruida por el temblor del 85. Su construcción ya era neogótica inglesa para entonces y en la remodelación de este sitio para convertirlo en museo se respetaron sus estilizados arcos apuntados.

Panteón Francés de la Piedad: Heureux qui mort dans le seigneur (dichoso aquel que muere en el Señor), es la elegante frase que nos invita a cruzar su paraje sombrío principal. Este lugar era el destino mortuorio de extranjeros, en su mayoría franceses desde sus inicios, en 1859. A pesar de que no se considera como tal un museo, el panteón francés cuenta con extraordinarios obras arquitectónicas que entremezclan los estilos más prominentes de todos los tiempos: romántico, neoclásico, art noveau y el  más destacado de todos, el neogótico, notable en su capilla católica y algunas hermosas criptas que se encuentran dentro de pequeños santuarios lúgubres que nos dejan entrever fugazmente un umbral hacía la Francia medieval.

Panteón Español: de la mano al Panteón Frances, El Panteón Español es también un laberinto museístico de arquitectura neogótica. Inaugurado por la esposa de Porfirio Diaz, Carmen Romero Rubio, en este lugar se pueden admirar desde esculturas celestes en finísimas piezas de mármol hasta santuarios de cúpulas preciosas, arcos ojival o lobulado y grandes alzados de hasta cuatro metros de largo. Las imágenes de apóstoles, arcángeles, vírgenes y demás concepciones teológicas inmortalizadas en esculturas de gran tamaño, se pueden encontrar tanto en las tumbas como a la mitad de los caminos, adornando las pequeñas jardineras que transforman a este cementerio en un hermoso jardín ideal inclusive para la reflexión.

Templo el Mesías: fue el primer templo fundado por misioneros metodistas (grupos cristianos protestantes) en la ciudad Situado en el área de Balderas, fue diseñado por  Rusell C. Cook en 1889, utilizando finos detalles con piedra de cantera y estilizados arbotantes en su fachada. Contiene también hermosa vidriera religiosa.

 

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