Hallan 83 albarradas prehispánicas que se usaban como un tipo de Google Maps; según especialistas

 Fotos cortesía de Fabián Gutiérrez/INAH

Las 83 albarradas podrían revelar detalles sobre el modo de vida de los pobladores antiguos.

 

Es usual que en los vestigios prehispánicos aparezcan albarradas o muros de piedra caliza, que dado su construcción simple y efectiva, aún son utilizadas en la arquitectura rural contemporánea. Se cree que su función en los recintos precolombinos es la de delimitar zonas de cultivo, o espacios habitacionales, según el jefe de campo del Frente 1 del Tramo 6 del Tren Maya, Fabián Gutiérrez Gómez.

Estas albarradas fueron localizadas en las cercanías del municipio de Chumpón, durante la prospección del ramal que va de Tulum a Chetumal, en Quintana Roo; en donde se encontraron 205 monumentos de origen arqueológico, los cuales incluyen dos terrazas, dos pozos, 53 cimientos y 83 albarradas.

Estos últimos elementos, indicó, datan del periodo Clásico maya (300 a 600 d.C.) y tienen varias dimensiones, que van de los cinco a los 400 metros de longitud, con un metro de ancho por 70 centímetros de alto, en promedio. La novedad de estas estructuras, según el arqueólogo, radica en su diseño, que se distingue de otras albarradas por su localización, cercana a cuerpos de agua en algunos casos, y su aspecto irregular en forma de “L” o silla, ya que normalmente son estructuras lineales.

“Estas características nos han permitido formular la hipótesis de que, en este caso específico, quizá, eran utilizadas como un tipo de ‘Google Maps’ prehispánico, que permitía a los habitantes ubicarse en la región”.

Asimismo, algunos de estos muros encontrados cerca de cimientos, hicieron necesario analizar la arqueología del paisaje para determinar si la ubicación de los mismos corresponde a marcas en el terreno que servirían como señalética para los habitantes del lugar, y no a delimitaciones de solares familiares, con lo que se les asocia frecuentemente.

Otro aspecto destacado es que casi no se encontró material arqueológico cerca de las albarradas, lo que podría indicar que no se trataba de asentamientos, o bien, que la organización social era de tipo comunal y la mayoría de las actividades se realizaban al aire libre.

Todavía está pendiente el análisis de las 83 albarradas, que revelará los detalles sobre el modo de vida de los pobladores antiguos, el uso que daban al espacio y a las propias estructuras, así como las actividades que realizaban a una escala regional.

A la fecha, se han recuperado 218 bolsas de cerámica y tres de metates, así como dos cuchillos de pedernal, entre otros materiales arqueológicos, los cuales serán estudiados profundamente para conocer su antigüedad, filiación étnica y el material del que están compuestos.