¿Por qué la bandera mexicana se encuentra dentro del permafrost Noruego?

Fotos cortesía de Artic World Archive

En esta fascinante bóveda, en la región más fría de Noruega, se encuentra una bandera mexicana. 

 

La bandera mexicana más antigua de nuestro país, se encuentra en el Océano Ártico, entre Noruega y el Polo Norte, en el archipiélago llamado Svalbard, además, en una montaña que está a 300 metros de la superficie que alberga una vieja mina en donde el aire es gélido, seco y en donde no entra un rayo de luz. Por supuesto, esto nos hace preguntar ¿por qué la bandera mexicana estaría en un lugar tan remoto?

Bueno, justo al estar en un lugar tan remoto, también es uno de los lugares más seguro del planeta, en donde se encuentra está preservada la bandera mexicana más antigua, el Acta de la Independencia y todas las constituciones que este país ha tenido entre 1814 y 1917. 

Además de estos artículos, se encuentran preservados una serie de códices creados durante la conquista española y 492 expedientes históricos de 200 años de memoria del poder judicial mexicano. Todas ellas en formato digital.

Este lugar se llama Arctic World Archive en Longyearbyen, Noruega, que preserva muchos artículos mexicanos y de muchos otros países. Es una mina de almacenamiento en una zona del planeta que está desmilitarizada y es casi inaccesible. En este lugar tan frío y de un acceso prácticamente imposible para una persona dedicada a una actividad ilícita, por ejemplo, hacer posible que los archivos puedan mantenerse vigentes por miles de años, y que no puedan ser vulnerados o hackeados al ser digitales, además, de que no representen una huella de carbono inconfesable.

Esta instalación se encuentra es una gran bóveda de acero a 300 metros bajo tierra, en lo que se denomina permafrost. La instalación está asegurada con un muro de hormigón y una puerta de acero y los depósitos se almacenan en contenedores de envío seguros detrás de la puerta.

Debido al clima ártico de la isla y al permafrost resultante, incluso si fallara el suministro eléctrico a la instalación, la temperatura dentro de la bóveda permanecería por debajo del punto de congelación, que es lo suficientemente frío como para preservar el contenido de la bóveda durante décadas o más, además de ser lo suficientemente profunda como para evitar daños incluso por armas nucleares.

Los datos se almacenan fuera de línea en carretes de película fabricados con una versión refinada de la tecnología de fotografía de cuarto oscuro común. Además, la película está hecha de poliéster recubierto con cristales de haluro de plata y recubierta de polvo con óxido de hierro, por lo que tiene una vida útil de al menos 500 y posiblemente hasta 2000 años, si se almacena en condiciones óptimas. 

Esto porque en época actual, es de gran importancia la preservación de los archivos, fundamentales para la identidad social y nacional. Otros de los archivos curiosos que podemos encontrar junto al archivo mexicano, están el famoso cuadro El grito de Edvard Munch, conservado por el Museo Nacional de Noruega, obras de Rembrandt, manuscritos de la Biblioteca Vaticana, y un escáner de altísima resolución en 3D construido con millones de fragmentos de imágenes del Taj Mahal.

Entre los objetos de Latinoamérica, podemos encontrar obras de los artistas brasileños André Terayama, Almicar de Castro, Antonio Bandeira, Orlando Teruz, Laura Lima Nômades, Heitor dos Prazeres, resguardados por el Museo Nacional de Brasil, y un formato en audio de más de 20 episodios del pódcast Mizter Rad Show, un programa radial liderado por el colombiano Mizter Rad en donde se recopilan entrevistas con grandes personalidades globales que están marcando el futuro de la humanidad.

En este búnker en el norte de Noruega se guardan los archivos digitales más preciados de la humanidad

Todos los archivos, desde la bandera mexicana, hasta la fachada del Taj Mahal están almacenados en formato digital, de modo que es necesaria una tecnología muy sencilla para poder ser decodificados; suponiendo, que en 2 mil años nadie recuerde que es un código QR, hoy tan comúnmente usado para leer los menús de los restaurantes con el celular. 

Además, esta tecnología de almacenamiento es resistente a largo plazo, no se puede hackear, y como está guardada en condiciones remotas, ha alentado a diversas instituciones a preservar muchos tesoros de la memoria humana