Triunfan tres jóvenes rarámuris en la Segunda Gran Carrera de la CDMX

Foto destacada: Omnia.com

Estas adolescentes rarámuris capturaron la atención de los espectadores por su habilidad atlética.

 

Estas mujeres son grandes corredoras Rarámuri, a pesar de su corta edad. Originarias de Guachochi, destacaron a nivel nacional tras sumarse a las más de siete mil personas que participaron en la Segunda Gran Carrera “Vamos juntas y juntos hacia la meta” organizada por el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (SNDIF) en la Ciudad de México.

Sus nombres son Lorena Ramírez Palma, Anais Fuentes Parra y Cristina Parra Nava, y se dieron cita para recorrer la avenida Paseo de la Reforma con el objetivo de promover los derechos y la convivencia familiar. Esto, tras recibir apoyo por parte del DIF Estatal de Chihuahua en conjunto con la Secretaría de Pueblos y Comunidades Indígenas (SPyCI).

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Durante su camino, las chihuahuenses capturaron la atención de las y los espectadores por su habilidad atlética, compromiso con la causa y por ser embajadoras de su cultura ancestral. Su presencia inspiró al resto de sus corredores, por la importancia de preservar y promover la diversidad en eventos deportivos de gran escala.

Verónica Palma, corredora profesional y quien dirigió sus entrenamientos, las acompañó en su primer viaje a la CDMX y se aseguró de que cada una de ellas estuviera preparada, tanto física como mentalmente, para el desafío tan significativo. Su talento, así como las tradiciones de su comunidad, fueron reconocidos por autoridades nacionales, atletas y asistentes.

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Como sabemos, los corredores rarámuris son capaces de correr en toda clase de terrenos complicados, por lo que ha sabido aprovechar esa destreza, al grado de hacerlo un estilo de vida que poco a poco los ha colocado al plano internacional en competencias en las que han trascendido. 

Acostumbradas a desplazarse por senderos escarpados y por caminos poco habituales, la prueba era muy parecida a los terrenos montañosos en los que cotidianamente se mueven en la Sierra Madre Occidental. Con sus peculiares huaraches y su sipuchaka, una falda ancha de tela estampada y colores muy llamativos, a la que se le da volumen con otras que usan debajo, las participantes rarámuris, también conocidas como tarahumaras, aceleraron el paso hasta llegar a la meta. ¡Enhorabuena por estas guerreras mexicanas que pusieron a prueba sus capacidades físicas!