achilangado

10 maneras en las que los foráneos se han “achilangado”

La Ciudad de México es el destino favorito de muchos extranjeros. Ya sea foráneos de otros estados del país o inclusive personas que vienen de naciones que se encuentran al otro lado del globo, la capital mexicana es el lugar indicado para todos aquellos que quieren probar su suerte con un nuevo empleo, una nueva escuela o simplemente, un nuevo sueño por perseguir. 

Agarrar el ritmo de esta apresurada y única ciudad es un poco tardado y complicado, pero una vez que se logra, vivir aquí se vuelve una de las mejores experiencias por las que habrás pasado en toda tu existencia.  Si tú eres un forastero que lleva buen rato radicando en la Ciudad de México, seguro te identificarás con estas 10 maneras en las que los foráneos se han “achilangado”. 

1. Aprendiste el significado del término ‘verificación’: De donde tú vienes no existe la cantidad de coches circulando que en la gran metrópoli hay. Te parece increíble siquiera concebir la idea de pedirle a los dueños de los vehículos dejar de circular un día por el número tan elevado de placas que hay por las avenidas y calles. No es hasta que te multan o hasta que un amigo tuyo comenta que “tiene que llevar su coche a verificar” cuando te percatas de este deber ciudadano que hay que cumplir cada seis meses.

2. Descubriste el mundo infinito de los vendedores ambulantes: Desde luego conocías el significado de esta clandestina profesión, pero nunca imaginaste que prácticamente todo lo podías encontrar en un semáforo, calle, metro (adentro y afuera) o camión. Desde un cigarro suelto, un chicle o unas gomitas, hasta el lapicero de novedad, el mix ideal para tu fiesta y la tabla del 5; estos vendedores te han salvado la vida en más de una ocasión con sus grandes ofertas y habilidad para la mercadotecnia. 

3. Te aprendiste las horas pico y las vías alternas. El tráfico de la Ciudad de México es algo inevitable, es por esto que como buen chilango te has aprendido cuáles son las calles y cuáles son las horas por las que no te puedes ni acercar. Sabes que Paseo de la Reforma está lleno de 9:00 a 10:00 de la mañana, Periférico es un caos a eso de las 7:00 de la tarde y Palmas… bueno Palmas siempre está atascado. 

4. Conociste al menos 5 nuevos subgrupos geográficos de la sociedad chilanga: La Ciudad de México es una de las más pobladas del planeta, por eso es de esperarse que ésta se divida por zonas y que con ellas vengan nuevos subgrupos sociales. Desde que vives aquí sabes diferenciar a los satelucos de los coapeños, dominas la actitud de los godínez y sabes lo que es un mirrey, un hipster y un mirreypster. 

5. Descubriste que debes de llegar una hora más tarde de la citada: En general los mexiquenses tienen fama de ser impuntuales, pero para los chilangos esto ya es parte de su vida diaria. Si alguien te cita a las 5:00, en realidad es porque te quiere ver a las 6:00. Si llegas a la hora que te dijo es probable que no lo encuentres o lo tengas que esperar a que esté listo. 

6. Aprendiste a pedir tu quesadilla con queso: Por una extraña razón que hasta la fecha nadie puede explicar ni ponerse de acuerdo, en los puestos de garnachas de la capital tienes que especificar que tu quesadilla la deseas con queso, de otra forma te entregan solamente un taco de champiñón.

7. Adoptaste a tu vocabulario nuevas frases: El “Ah, no bueno” lo utilizas muy seguido y para diferentes ocasiones, ya que aplica casi siempre y a veces es completamente necesario. También describes cosas con el “Qué cagado”, aunque de donde tú vengas significa otra cosa muy distinta.

8. Le diste un nuevo valor a las monedas: Antes las tirabas en tu coche, las dejabas hasta el fondo de tu mochila o las olvidabas en tu pantalón. Ahora sabes que una moneda de $2 equivale a 15 minutos en parquímetro, e inclusive pides tu cambio en pura moneda.

9. Entendiste la dinámica para pasar velozmente las cadenas: Después de una mala experiencia en la cadena del antro de moda, decidiste poner atención a lo que los otros chilangos estaban haciendo para pasar rápido ese apretujado lugar. Te haces el importante, mientes diciendo que te están esperando o dices que vienes con 6 mujeres y le pides de favor a las que están detrás de ti que te ayuden a pasar.

10. Finalmente, haz remplazado tu comida nativa favorita por los tacos al pastor: En un principio intentabas traerte comida congelada de tu ciudad natal, pero mientras pasaba el tiempo descubriste los mejores tacos al pastor que has probado. No lo quieres admitir, pero te has vuelto fanático de éstos y con ellos, en un verdadero chilango.

 

 

 

 

 


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