La Güera Rodríguez tuvo amoríos con grandes personalidades como Simón Bolívar, Alexander von Humboldt y Agustín de Iturbide.
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María Ignacia Javiera Rafaela Agustina Feliciana Rodríguez de Velasco Osorio Barba Jiménez Bello de Pereyra Fernández de Córdoba Solano Garfias, mejor conocida como la Güera Rodríguez, nació el 20 de noviembre de 1778 en la Ciudad de México. Durante la mayor parte de su vida vivió en la Tercera Calle de San Francisco, que hoy es la calle icónica de Madero en el Centro Histórico. Contrajo matrimonio por primera vez en 1794, solo para divorciarse a los pocos años debido al maltrato que sufría. Cabe mencionar, que durante su breve estancia en México Simón Bolívar, el libertador de América, y ella tuvieron un amorío alrededor de 1799; al igual que con el geógrafo alemán Alexander von Humboldt. Dicho romance quedó retratado gracias a una crónica de la época en donde se les vio juntos en la inauguración de la estatua de El Caballito, en 1803. La Güera Rodríguez fue una mujer con gran habilidad para inmiscuirse en la política: el primer acercamiento fue cuando al virrey de aquella época, José de Iturrigaray, le sugirió consumar la independencia, seduciéndolo con el título de José I, rey de México. Sin embargo, esto no fue posible gracias a la intervención de la clase alta formada por españoles conservadores.
En 1811 se le llevó a juicio ante la Santa Inquisición, debido a que celebraba fiestas en su casa para gente que integraba el ejército de Miguel Hidalgo, y a estos los que les proporcionaba dinero para apoyar el movimiento. No obstante, la Güera sale libre y sin castigo, cosa rara en aquella época en que los castigos por la insurrección eran la hoguera, el ahorcamiento o la reclusión.
Su segundo matrimonio fue con Mariano Briones, un acaudalado político anciano del Valle de Toluca que murió a los pocos meses por hipotermia, dejándole su fortuna a María Ignacia. Este acontecimiento suscito el uso de refranes por parte de la sociedad novohispana. Se oían dichos como “viejo que se descobija la muerte lo cobija” o “los que se casan con una joven morirán mientras duermen”. También se dice que el arquitecto español Manuel Tolsá se inspiró en ella para hacer a la Virgen de la Purísima que se puede apreciar en la Iglesia de la Profesa.
Ya adentrada en la política y con estabilidad económica, la hermosa mujer influyó en la decisión del virrey Juan Ruiz de Apodaca para designar a Agustín de Iturbide –con quien mantenía una relación– como el hombre que pudiera negociar con los Insurgentes. Esto terminó con la traición de Iturbide a la Corona y su alianza con Vicente Guerrero para formar el Ejército Trigarante.
Luego de la declaración de México como país soberano en el Plan de Iguala, Iturbide enmendó el contenido para poder convertirse en emperador. No resultó sorprendente que la Güera Rodríguez se convirtiera en su consejera política durante los 10 meses que duró en el poder. Pero luego del exilio de Agustín en Europa el romance culminó.
Finalmente, se casó por tercera vez, con el fin de dejar atrás la vida pública. Falleció en el olvido el 1 de noviembre de 1850 en el Real Hospital de Terceros-Franciscanos. Sin duda su memoria sigue resonando en la historia oculta de México, pues fue una mujer que siempre apoyó la libertad de lo que ahora es el país, aun en riesgo de morir en el acto.
Autor: Alejandro Nájera.