Amado Nervo es sin duda uno de los poetas mexicanos más importantes del movimiento modernista.
Juan Crisóstomo Ruiz de Nervo y Ordaz nació en Tepic el 27 de agosto de 1870. Fue un poeta y prosista mexicano, quizás uno de los más relevantes del llamado movimiento modernista, una corriente literaria que se desarrolló entre 1880 y 1920, principalmente en el género de la poesía de países de habla hispana. Aquel incipiente género destacó por la rebeldía creativa, es decir, una renovación de la estética del lenguaje y la métrica.
Y es que la obra de Amado Nervo se caracteriza justo por esto, por una espiritualidad mística que se adueñó de su pluma desde corta edad al grado de monopolizar sus versos con temáticas como la existencia humana, los misterios de la vida, la muerte, los sueños y desde luego, el amor.
Cabe mencionar, que el escritor tuvo que abandonar sus estudios por los problemas económicos que amedrentaron a su familia. Por este motivo, comenzó a ejercer periodismo en Mazatlán, Sinaloa. Luego se trasladó a la Ciudad de México en 1884, donde colaboró para diversas revistas literarias y artísticas.
El también novelista y ensayista ha tocado miles de corazones a lo largo de las décadas, por la tristeza y el misticismo que empapan su producción lírica. Dejando a un lado la rima, Amado Nervo se enfocó en una elegancia cadenciosa, un ritmo delicioso y aforismos estremecedores. Aquí algunas frases que oscilan entre lo romántico y lo melancólico, y que logran tocar hasta las fibras más profundas del alma:
“Ama como puedas, ama a quien puedas, ama todo lo que puedas. No te preocupes de la finalidad de tu amor”.
“Yo defino el temor: una autosugestión más o menos voluntaria de inferioridad”.
“El amor verdadero hace milagros, porque él mismo es ya el mayor milagro”.
“La tristeza es un don del cielo, el pesimismo es una enfermedad del espíritu”.
“Si no te quieren como tú quieres que te quieran, ¿qué importa que te quieran?”
“El signo más evidente de que se ha encontrado la verdad es la paz interior”.
“El alma es un vaso que sólo se llena con eternidad”.
“Si eres orgulloso conviene que ames la soledad; los orgullosos siempre se quedan solos. El cuerpo no es más que un medio de volverse temporalmente visible. Todo nacimiento es una aparición”.
“Si vivir sólo es soñar, hagamos el bien soñando”.
“Siempre que haya un vacío en tu vida, llénalo de amor”.
“Busca dentro de ti la solución de todos los problemas, hasta aquellos que creas más exteriores y materiales”.
“Quienes piden lógica a la vida se olvidan de que es un sueño. Los sueños no tienen lógica. Esperemos a despertar”.
“La cordura y el genio son novios, pero jamás han podido casarse”.
“Hay algo tan necesario como el pan de cada día, y es la paz de cada día. La paz sin la cual el pan es amargo”.
“Las almas superiores no tienen miedo más que de una cosa: de cometer una injusticia”.
“¿Por qué aguardas con impaciencia las cosas? Si son inútiles para tu vida, inútil es también aguardarlas. Si son necesarias, ellas vendrán y vendrán a tiempo”.
“Todas las cosas llegan, le hacen a uno daño y se van”.
“El miedo es más injusto que la ira”.
“Si nunca has tenido un gran éxito, no sabes lo que vales; el éxito es la piedra de toque de los caracteres”.
“La mayor parte de los fracasos nos viene por querer adelantar la hora de los éxitos”.
