Durante las obras de construcción del Metro de la Ciudad de México se ha dejado al descubierto todo tipo de hallazgos arqueológicos, desde ruinas y objetos prehispánicos hasta restos fósiles, mostrando no sólo el constante cambio de la ciudad, sino el gran legado histórico sobre el que emerge la capital de la República.
Tras el derrocamiento de Tenochtitlán, los conquistadores no pensaron dos veces construir una nueva ciudad sobre un lago e incluso otra ciudad que ellos mismos destruyeron. Dicha situación ha llevado a que en el México contemporáneo se encuentren todo tipo de hallazgos arqueológicos que dejaron las culturas mesoamericanas que habitaron el valle.
El 19 de junio de 1967 el entonces Distrito Federal comenzó uno de los cambios de comunicaciones que cambiaron para siempre la forma de trasladarse a los capitalinos y en general a los habitantes de la Zona Metropolitana: La construcción del Sistema del Transporte Colectivo, mejor conocido como Metro.
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Pirámide de Ehécatl: ¿por qué hay un templo mexica en pleno Metro Pino Suárez?
Encontraron este adoratorio mexica durante la construcción de la estación del Metro Pino Suárez en 1967 y 1968, incluso se dice que el sitio arqueólogico más visitado del paísLas 12 líneas de Metro que vemos en la actualidad fueron construidas por etapas, por lo que los distintos hallazgos no fueron encontrados simultáneamente sino a lo largo de los años con los que ha ido aumentando la red subterránea de transporte.
¿Qué objetos arqueológicos se han encontrado en CDMX?
1.- Templo de Ehécatl (1967-1970)
Sin duda uno de los llamativos hallazgos arqueológicos más llamativos que se han encontrado durante la construcción del Metro de la Ciudad de México es el templo de Ehécatl.
Se trata de una pequeña pirámide que se encuentra en las inmediaciones del metro Pino Suárez de la Línea 2 (Azul) en el Centro Histórico. El INAH explica que en realidad se trata de un oratorio dedicado a Ehécatl, una de las múltiples manifestaciones de Quetzalcóatl, en su versión de deidad del viento.

La “Coatlicue” de Metro Isabela Católica (1967):
Lo que en un inicio se pensaba era una Coatlicue, la nombrada lámina IV, fue descubierta en septiembre de 1967, tras las excavaciones realizadas en la construcción de la estación “Isabela Católica” de la Línea 1 del Metro de la Ciudad de México.
Dicha ruina arqueológica mide 93 cm de alto, 57 cm de largo, 37 cm de ancho y pesa aproximadamente 530 kilos. No obstante, no se trata de Coatlicue, sino de Tlaltecuhtl.
Cabe mencionar que al ser excavada, se pensó que se trataba de un bloque de piedra, por lo que se envió al tiradero de San Juan de Aragón. Lugar en el que donde un tractorista vio que estaba labrado por los cuatro lados. Por lo que expertos del INAH se trasladaron al lugar y concluyeron que se trataba de una estela mexica.
Actualmente se exhibe en la Sala Mexica del Museo Nacional de Antropología.
Cabeza de Juguar del dios Xolotl (1967)
Durante la construcción de la Línea 2 del Metro, se dieron múltiples hallazgos de objetos prehispánicos, como lo fue la escultura Xólotl.
Ésta fue hallada en la calle de Tacuba para la construcción de la Línea 2, entre Palma e Isabel la Católica, dicha figura tiene 73 cm de alto, 66 cm de largo y 49 cm de ancho.
Xólotl en la cosmogonía mexica es el “compañero del Sol”, dios gemelo de Quetzalcóatl, quien se encargaba de recibir a los muertos.
Mamut de Metro Talismán (1978)
Los restos arqueológicos no sólo se remontan a antiguas civilizaciones, pues las osamentas prehistóricas también han estado presentes en la excavaciones del Metro.
Durante la construcción de la línea 4 del Metro, en el cruce de las avenidas Talismán y Congreso de la Unión, trabajadores se encontraron con restos fósiles de un Mammuthus archidiskodon imperator , mejor conocido como mamut. Dicha especie habitó el norte del Continente Americano durante el período del Pleistoceno o Edad del Hielo, aproximadamente hace 12 mil años.
El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), quienes calcularon que se trataba de un mamut de 4 metros de altura que habría muerto hace 10 mil o 12 mil años.
Los restos de este elefante se encuentran en exhibición desde 1981 en la estación Talismán de la Línea 4 del Metro de CDMX
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