Las auroras boreales en México seguirán sucediendo, anuncia la UNAM

El cielo del norte de México se volvió irreal. Durante la noche del martes, habitantes de los municipios de García (Nuevo León), Ciudad Juárez (Chihuahua) y otros en el norte captaron un resplandor rojizo y verdoso que se extendía entre las montañas: una aurora boreal. El fenómeno, casi imposible de observar en estas latitudes, fue consecuencia directa de una tormenta geomagnética severa que alcanzó la Tierra.

Las imágenes, tomadas desde zonas rurales alejadas de la contaminación lumínica, muestran un espectáculo que parecía reservado al Ártico, pero que en esta ocasión descendió hasta el corazón de México. Según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA), el fenómeno fue provocado por una eyección masiva de plasma solar que impactó el campo magnético terrestre.

El Sol se desborda: dos llamaradas de clase X

La NOAA confirmó que el Sol liberó dos llamaradas de clase X, las más intensas que existen, los días 9 y 10 de noviembre de 2025. Estas explosiones de energía —provenientes de la región activa AR4274— arrojaron enormes nubes de radiación y partículas cargadas hacia el espacio. Una parte de ese material viajó a más de 1.5 millones de kilómetros por hora y chocó con la magnetosfera terrestre entre el 11 y el 12 de noviembre.

La primera llamarada, con una magnitud de 1.7, fue seguida por otra de 1.2. Ambas generaron una tormenta geomagnética de categoría G4 —considerada severa—, una de las más poderosas registradas en los últimos años. Cuando estas partículas energéticas alcanzan la Tierra, comprimen su campo magnético y lo hacen “vibrar”, provocando que las moléculas de oxígeno y nitrógeno en la atmósfera emitan luz: la danza de las auroras.

Un espectáculo extendido hasta el trópico

Normalmente visibles sólo en las regiones polares, las auroras boreales se manifestaron esta vez desde el norte de Canadá y Estados Unidos hasta el norte de México y el sur de Europa. Los cielos de Nuevo León, Coahuila y Chihuahua mostraron destellos rojos y violetas que dejaron atónitos a los observadores.

Para los científicos, se trató de una oportunidad excepcional para estudiar la interacción entre el viento solar y la magnetosfera. Para los testigos, una experiencia casi espiritual: ver cómo el cielo se enciende de color por obra del mismo Sol que da vida a la Tierra.

Entre el asombro y la advertencia

Aunque las auroras son inofensivas, las tormentas solares que las provocan pueden tener consecuencias prácticas. La NOAA advirtió que los efectos de esta actividad solar podrían causar interferencias en las telecomunicaciones, alteraciones en los sistemas GPS y posibles fluctuaciones en la red eléctrica.

Las tormentas solares más intensas —como la famosa Tormenta de Carrington de 1859— han llegado a interrumpir el funcionamiento de telégrafos y redes eléctricas completas. Hoy, en una sociedad dependiente de los satélites y la conectividad constante, un evento de esa magnitud sería más que un fenómeno astronómico: sería una vulnerabilidad global.

Auroras boreales en México podrían seguir pasando

Por la tarde-noche de este miércoles 12 de noviembre se espera una segunda tormenta geomagnética, toda vez que otra nube de material solar viene en camino hacia la Tierra y podría impactarse; de contar con las características necesarias, de nueva cuenta habrían auroras boreales en México, como ocurrió el 11 de nombre, así lo destacó un comunicado de la UNAM.

Durante la noche del pasado martes, el cielo se tiñó de tonos rojos, verdes, violetas y rosados. Las espectaculares imágenes fueron captadas al norte del territorio mexicano, como: Baja California, Sonora y Nuevo León.