Puebla está por vivir una transformación verde de gran escala. El antiguo parque estatal Flor del Bosque, uno de los enclaves naturales más emblemáticos del estado, se convertirá en el Ecoparque Pensar en Grande, un ambicioso proyecto que busca ofrecer a las y los poblanos su propio “Chapultepec”: un espacio donde la naturaleza, el deporte, la educación ambiental y el esparcimiento se encuentren en equilibrio.
El plan forma parte de una estrategia de revalorización urbana y ecológica que amplía el área verde de 13.8 a 19.5 hectáreas. Su objetivo es claro: preservar la riqueza natural de Flor del Bosque al tiempo que se modernizan sus instalaciones y se abre un nuevo horizonte de convivencia para familias, estudiantes, deportistas y visitantes.
Un proyecto que respira grandeza
El Ecoparque “Pensar en Grande” nace con vocación de permanencia. Su diseño contempla una integración armónica entre infraestructura y ecosistema, con áreas acuáticas, espacios deportivos, senderos naturales y zonas de descanso.
Entre los atractivos previstos destacan:
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Zona acuática con alberca semi-olímpica, toboganes y espacios recreativos familiares.
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Circuitos de aventura con tirolesas, gotcha, muros para escalar y rutas para ciclismo de montaña.
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Áreas deportivas con canchas de fútbol, voleibol de playa y pistas multifuncionales.
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Cabañas ecológicas y zona de camping, que permitirán estancias cortas y experiencias inmersivas en la naturaleza.
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Senderos interpretativos y zonas de conservación, con actividades de educación ambiental, avistamiento de aves y talleres para todas las edades.
Este nuevo parque busca redefinir la relación entre ciudad y naturaleza: un lugar donde se pueda correr, respirar, aprender y reconectar con el entorno sin salir del área metropolitana de Puebla.
El Chapultepec poblano: identidad, naturaleza y comunidad
Comparado con Chapultepec no solo por su extensión sino por su propósito, el Ecoparque pretende ser el gran pulmón verde de Puebla. Un espacio público incluyente, sostenible y multifuncional donde converjan cultura, deporte y educación ambiental.
En un momento en que las ciudades enfrentan el reto de proteger sus áreas naturales ante la expansión urbana, Flor del Bosque se convierte en símbolo de resistencia ecológica y orgullo ciudadano. El proyecto apuesta por restaurar el equilibrio entre modernidad y conservación, demostrando que desarrollo no necesariamente significa deforestación.
Más allá del esparcimiento, este parque será una plataforma para proyectos de reforestación, talleres educativos, exposiciones culturales y programas de voluntariado, fortaleciendo así la conciencia ambiental desde lo local.
Pensar en grande: un proyecto de ciudad y de futuro
El Ecoparque está pensado para consolidarse como uno de los espacios más importantes de la región hacia 2026. La primera etapa contempla infraestructura básica, caminos interiores, mantenimiento de flora y fauna, así como la renovación de lagos y miradores naturales.
La apuesta es doble: crear un destino turístico sustentable y, al mismo tiempo, recuperar el sentido de comunidad. El parque busca convertirse en punto de encuentro para familias, deportistas, artistas, investigadores y amantes de la naturaleza.
Con este proyecto, Puebla reafirma su visión de crecimiento sostenible: una ciudad que puede avanzar sin perder sus raíces, que se expande sin olvidar sus bosques, que moderniza sin borrar su alma verde.
Un bosque que inspira
Cuando abra sus puertas, el Ecoparque “Pensar en Grande” será más que un parque. Será una declaración de principios: que la naturaleza no es un lujo, sino un derecho. Que los espacios verdes son tan esenciales como las avenidas y los edificios. Y que una ciudad con árboles, agua y vida es una ciudad que piensa en su gente y en su futuro.
Flor del Bosque se prepara para renacer —y con ella, una Puebla que mira hacia adelante sin olvidar el valor de lo que respira.

