México cierra 2025 como uno de los países con menor desocupación del mundo.
A finales de diciembre de 2025, México anunció una tasación histórica de empleo, ubicándose como el segundo país con menor desocupación en el mundo, apenas detrás de Japón, en un ranking que incluye economías desarrolladas y emergentes. Con una tasa de desocupación de aproximadamente 2.7 por ciento, el país supera a grandes potencias como Alemania, Estados Unidos, Australia y varios países de Europa, consolidando una postura destacada entre los mercados laborales globales.
Este resultado no es sólo un número aislado: es el reflejo de años en los cuales el mercado laboral mexicano ha mostrado signos de resiliencia y adaptabilidad ante desafíos internos y externos. Más allá del contexto económico global —donde muchas naciones enfrentan tasas superiores al 4 o 5 por ciento— México destaca por una combinación de índices que mantienen el empleo dentro de umbrales bajos de desocupación.
Entender la cifra: ¿qué representa realmente el 2.7%?
La tasa de desocupación mide el porcentaje de la población económicamente activa que está sin trabajo pero lo busca de forma activa. Con un resultado de 2.7%, México sólo es superado por Japón (que presenta un 2.6%), de acuerdo con comparativos internacionales. En un mundo donde la incertidumbre económica y los ajustes postpandemia han impactado los mercados laborales, este posicionamiento significa que buscar empleo en México hoy es, estadísticamente, más fácil que en Estados Unidos, Alemania o Francia.
Este dato también es una fotografía de las dinámicas internas: aunque el desempleo abierto es bajo, otros indicadores laborales del país reflejan retos persistentes, como la alta participación en el empleo informal y la distribución de ingresos laborales. Esto indica que, si bien el acceso a un empleo puede ser relativamente amplio, la calidad del mismo y los ingresos que genera continúan siendo temas centrales para el desarrollo social.
Mirada global: México entre líderes del empleo
La comparación con otras economías del mundo pone en perspectiva la relevancia de esta cifra:
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Japón lidera con una desocupación de 2.6%
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México le sigue con 2.7%
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Alemania ronda el 3.8%
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Estados Unidos registra cifras cercanas al 4.6%
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España y Francia muestran tasas por encima del 7%
Este posicionamiento —ubicando a México por encima de varias economías europeas y de Norteamérica— implica que, desde un punto de vista estadístico, el país ha alcanzado niveles de empleo comparables a los de economías tradicionalmente más antiguas y estructuradas.
¿Qué implica para el futuro laboral mexicano?
Cerrar un año con una de las tasas más bajas de desocupación del mundo es un dato que invita a reflexión. Por un lado, resalta avances en la recuperación del empleo y estabilidad del mercado laboral, mientras que por otro, reabre la discusión sobre calidad, informalidad y salarios. Es un logro, sí, pero también una oportunidad para replantear políticas que apunten a empleos formales, mejor remunerados y con protección social plena.
En un momento en que la economía global enfrenta presiones por inflación, ajustes de consumo y cambios tecnológicos acelerados, que México se ubique entre los países con menor desempleo mundial no solo es un titular atractivo, sino una invitación a profundizar en los matices que acompañan a este fenómeno.

