Actualmente la tecnología de las impresoras 3D es una de las más sorprendentes, en buena medida porque su uso se encuentra en los más diversos ámbitos, de la industria mecánica a los juguetes e incluso la medicina.
Ahora, a esta amplia utilidad de las impresiones 3D se suma la veterinaria, pues médicos de la Universidad del Valle de México curaron la discapacidad de un perro que carecía de la extremidad frontal derecha.
Si este procedimiento es notable ya en sí mismo, destaca aún más porque se trata de la primera prótesis articulada 3D que se imprime y se coloca en México.
De acuerdo con Santiago García Pasquellos investigadores implicados, es posible que esto que se hizo con “Romina” pueda replicarse también para otras especies animales como tortugas y cocodrilos.
Enhorabuena por los veterinarios, la mascota y la familia de esta.
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