México, pasional y latino. Alemania, estructural y germana. Son dos culturas que pueden generar una especie de disonancia cognitiva a la hora de enfrentarse entre sí. Parecería incluso que se trata de una mezcla semejante a la del agua y aceite, en donde no existiría ningún punto en común salvo en ser naciones. Y entonces, ¿cuál sería la finalidad de los líderes de ambos países tomar la decisión de crear un Año México-Alemania con características masivas?
Pese a que las asociaciones México-Alemania poseen fines políticos, la realidad es que generan también impactos a nivel social. Consideremos que ambas naciones tienen una identidad de ser muy marcada, sin embargo hay rasgos que, ante la cotidianidad, se vuelven invisibles y hasta pueden ser olvidados. Por lo que al entrar en contacto con una cultura exorbitantemente ajena, genera una reflexión sobre las costumbres, tradiciones y hasta el savoir vivre de la propia.
En otras palabras, cuando los mexicanos entremos en contacto con algunos rasgos germanos, habrá una explosión de ideas, comparaciones y experiencias. El resultado podría variar: menospreciar –más– nuestra cultura de orígenes prehispánicos o enaltecernos por la unicidad de nuestra riqueza natural, cultural y social. Esto quiere decir que la manera en que la presencia alemana en México puede ser una puerta a reconocer y admirar la cultura que nos dio vida.
Quizá por esta razón, las diferencias culturales que existen entre México y Alemania han logrado construir un puente inclusivo que muestre la diversidad cultural, económica y científica que albergan las culturas germánica y mexicana. Por lo que, en caso que se desee reconocer con mayor fuerza la mexicanidad en nosotros, es importante ir no sólo a admirar los eventos que el gobierno alemán presenta en la CDMX, también aquellos que se relacionen con lo mexicano, desde lo prehispánico hasta lo postcontemporáneo.
Si México se presentó en Alemania con la exposición Los mayas, lenguaje de la belleza, la cual se integró con 300 tesoros nacionales con más de 2 000 años de antigüedad, el país germano presentará numerosos eventos culturales, económicos y científicos que marcarán el pacto germánico-mexicano en la CDMX.
Es así que a partir del 6 de junio, tres eventos culturales marcarán el inicio del calendario de las actividades germanas en México. De manera oficial, este pacto se inaugurará con un concierto en el Palacio de Bellas Artes, el cual no sólo reunirá a músicos alemanes y mexicanos, también estará bajo la dirección de Alondra de la Parra.
Ese mismo día se inaugurará el espacio cultural PLATOON HUB México, el cual pretende fomentar cooperaciones entre creadores alemanes y mexicanos. Mientras que en el Museo Nacional de Arte (MUNAL) se presentará Otto Dix. Violencia y Pasión, la cual es la primera exhibición del artista en un país latinoamericano. Asimismo, Tanz Antena, un laboratorio para la danza y coreografía contemporáneas, realizará una gira por diferentes ciudades del país.
Mientras que en las actividades científicas, Alemania presentará las exposiciones de El Túnel de la Ciencia Max Planck, abordando tendencias científicas del siglo XXI, y Hecho en Alemania, sobre una categorización de los productos germanos.
Y entre los eventos dedicados a la sustentabilidad, se presentará la conferencia Mucha energía en los residuos, cuya temática será la problemática del almacenamiento de los residuos urbanos y la manera de aprovecharlos energéticamente.
De alguna manera, las exposiciones, obras de teatro y presentaciones de baile, Alemania pretende invitar a los mexicanos a conocer una cultura extranjera y así, en el reflejo de autrui, podamos reconocer la riqueza y belleza de la propia.
[DW]
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