A un grupo de diseñadores holandeses se les ha ocurrido una genial idea para reciclar y compartir los objetos que ya no te sirven pero que aún tienen utilidad.
Probablemente no sea una idea novedosa –aunque el hecho de que los diseñadores publiciten este tipo de acciones la convierte en una–, pero sin duda se trata de un ejercicio que estimula la empatía comunitaria y las buenas acciones. Bajo la premisa “comparto y rehuso tan fácil como sacar la basura”, el estudio de diseño Waarmakers, con sede en Holanda, ha creado una bolsa de plástico que, más allá de portar un mensaje sobre reciclaje, promueve un discurso sinceramente altruista.
La bolsa lleva por nombre Goedzak y se ha ofrecido en ciudades como Ámsterdam y Eindhoven para que, quienes tienen objetos aún de valor que estén por desechar, los coloquen en estas bolsas especiales junto a las demás bolsas de basura. De color amarillo brillante pero con una buena parte transparente para dejar visible los objetos dentro, la bolsa Goedzak es un distintivo para que los transeúntes sepan que pueden llevarse los objetos que les sirvan de aquella.
Una manera inteligente de donar lo que todavía tiene un uso.
Quién no ha escuchado la frase: “lo que es basura para uno es tesoro para otros”, la cual es enteramente verdad. Si bien es poco probable que esta bolsa llegue a la Ciudad de México, el estudio Waarmakers ha dado una excelente y valiosa idea para otras ciudades que, al igual que nuestra capital, no tienen abasto con la basura que tiran.
Promover una bolsa personal que, al igual que la Goedzak, tenga un distintivo que permita saber que contiene objetos de valor, o simplemente comenzar a hacernos conscientes de a dónde es que va toda esa basura que tiramos y si es que en algún momento aquél sitio llegará a su colapso, son algunas ideas que podemos especular de este genial proyecto de filántropos.
Con este texto queremos invitarte a comenzar a cambiar tu ciudad por medio de este tipo de ideas creativas, que más allá de diseñar una Ciudad de México visualmente atractiva, se trata de fabricar una urbe consciente de la comunidad y de las necesidades primordiales que acontecen como colectividad.
Fotografías: waarmakers.nl
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