Un recorrido visual por los antiguos callejones de San Ángel.
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Los orígenes del barrio mágico de San Ángel datan de la época prehispánica, cuando en aquella región se postró un pequeño asentamiento indígena tepaneca llamado Tenanitla, que quiere decir “en el muro de piedra” en náhuatl. El nombre hacía alusión al tipo de suelo, que se componía de pedregales, producto de la erupción volcánica del Xitle.
Tras la caída de Tenochtitlán, los españoles encontraron un agradable refugio en Tenanitla, por su profusa cantidad de jardines y las aguas cristalinas del Rio Magdalena. Tras la edificación de diversos conventos y parroquias, el lugar terminó por dejar a un lado su nombre indígena y adoptar uno más español.
Durante los siglos XVIII y XIX, San Ángel comenzó a ganar popularidad como un barrio de paseo y zona campestre. Personajes acaudalados optaron por construir sus residencias en esta zona, en los alrededores de los conventos de San Jacinto y Del Carmen.
Hoy por hoy, pese al avance urbano que invadió a la ciudad, San Ángel continúa caracterizándose por su atmósfera tradicional, sus jardines y sus edificios históricos. A continuación un recorrido fotográfico por el San Ángel de antaño:
Imágenes: La Ciudad de México en el tiempo.
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