Sobre la asombrosa arquitectura de un museo único en la CDMX.
En 1969 el Dr. Alvar Carrillo Gil, encargó al museógrafo Fernando Gamboa y los arquitectos Augusto H. Álvarez y Enrique Carral Icaza un proyecto para albergar y exhibir la colección de arte que llevaba recopilando desde principios del siglo pasado.
El Dr. empezó su colección adquiriendo la obra de José Clemente Orozco y poco a poco la fue ampliando con una serie de piezas de los pintores mexicanos más importantes de la época. El acervo llegó a ser tan importante que en 1949 el Instituto Nacional de Bellas Artes presentó en la XXV Bienal de Venecia una exposición conformada por muchas de las pinturas de la colección, haciendo ganar a México el premio internacional que otorgaba este importante concurso.Fuente: arte informado.
El mexicano Augusto H. Álvarez era reconocido por ser uno de los exponentes más reconocidos de la arquitectura funcionalista internacional. El artista proponía nuevas tecnologías constructivas que involucraban el uso de nuevos materiales para mejorar los sistemas constructivos mediante el entendimiento y la propuesta arquitectónica.
Foto de Santiago Jiménez Labora Prieto
El proyecto se basó en un núcleo de rampas que se extienden a todas las salas del museo, creando continuidad espacial para darle fluidez y unión a las salas de exposición. La estructura del edificio permitió que las exhibiciones tuvieran una distribución libre que no tuviera jerarquías. Este concepto se hizo con una clara similitud a la disposición de espacios del museo Guggenheim de Nueva York diseñado en 1959 por Frank Lloyd Wright.
Foto: mundo del museo
El museo fue inaugurado en agosto de 1974 por el mismo Alvar Carrillo Gil y su esposa Carmen Tejero, que tuvieron que esperar a que se resolvieran una serie de crisis que se suscitaron durante la construcción del recito artístico.
El proyecto actual es resultado de una remodelación que se hizo en 1987 por el hijo del arquitecto Augusto H. Álvarez. La intervención consistió en quitar las ventanas y celosías por placas prefabricadas de concreto martelinado. Además, se modificaron los acabados del interior, pero se conservaron las rampas como elemento principal del edificio.
Actualmente, el Carrillo Gil cuenta con dos pisos de exhibición para mostrar parte del acervo conformado por 2,033 piezas, las cuales son usadas en diferentes temporadas.
Por otro lado, en el tercer y último piso se llevan a cabo exposiciones temporales de arte contemporáneo, dándole espacio a las nuevas propuestas artísticas, tanto nacionales como internacionales. Cabe destacar que, dentro de las actividades del museo existen: talleres, servicio de biblioteca, y una librería luminosa perfecta para indagar en toda la historia del arte.
Foto de Santiago Jiménez Labora Prieto
Dirección: Av. Revolución 1608, Col. San Ángel.
Horarios: martes a domingo de 10:00-18:00 horas.