Inadvertidos pero hermosos sitios que el místico Bosque de Chapultepec resguarda.
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Sin lugar a dudas, el Bosque de Chapultepec se constituye como uno de los espacios más importantes, hermosos e icónicos de la Ciudad de México. Este sitio se posiciona como el parque público más grande de toda América Latina, y también, como el pulmón verde con más protagonismo en la urbe. De sus cualidades intrínsecas destaca el hecho de que es un bosque milenario, que data desde épocas prehispánicas. Afortunadamente, ha logrado prevalecer ante la mancha del urbanismo que ha transformado el resto de la capital. Dicho esto, el Bosque de Chapultepec fue, es y será uno de los espacios más entrañables de esta metrópoli. Dentro de esta zona se desdoblan lagos artificiales, un divertido zoológico, un castillo virreinal y hasta museos modernos. Estas paradas son ya muy conocidas entre los citadinas, e incluso, los turistas que vistan nuestra ciudad. Por eso hoy, queremos dar a conocer la parte II de los rincones ocultos en el bosque, que merecen ser descubiertos por su original estética y motivo de ser. ¿Ya los conoces?
Fuente del Quijote
El mítico personaje. Esta pequeña plaza se ubica sobre el llamado Paseo del Quijote, nombrado así en honor a este importante personaje de la literatura hispana. Bancas rodean este rincón, que a su vez están repletas de azulejos que retratan pasajes de El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de La Mancha. Cabe mencionar, que en la plaza se hallaban columnas con esculturas estrambóticas: Don Quijote tenía la cara de Salvador Dalí y Sancho Panza la de Diego Rivera. Lamentablemente, estas geniales esculturas fueron robadas, pero todavía se puede pasear por esta linda plaza, es ideal para ponerse a leer las aventuras de este mítico personaje.
Fuente de las Ranas
La representación del caos. Aunque pocos lo saben, lo cierto es que esta fuente es una de las más antiguas de todo el bosque. Se mandó construir por Miguel Alessio Robles, el ministro plenipotenciario de México en España. Las esculturas de bronce datan de 1921. Primero, se depositaron en la entrada principal del bosque, pero más tarde se reubicaron detrás del zoológico, donde se encuentran las calles de La Milla y Chivatito.
Monumento a José Martí
El escritor masónico. Si uno ingresa al bosque y llega hasta la Puerta Quebradora, descubrirá este maravilloso muro, que cuenta con un busto del escritor José Martí. Fue donado por el Ajefismo, una organización cubana de carácter masónico. Se erigió en el bosque en 1953, para ser una alusión entre las relaciones entre México y Cuba durante los primeros años del siglo XX. Cuando se remembra el natalicio y la muerte de dicho prócer, algunos visitan el busto para realizar homenajes.
Fuente de los Novios
Un idilio petrificado. En 1973 la escultora Charlot Yazbek realizó una interesante pieza: una banca que en su extremo se encontraba sentada una pareja. Estos dos personajes son figuras abstractas y alargadas. El hombre mira embelesado a la mujer, mientras que ésta roza suavemente su pierna. Ambos desnudos, ambos delgados. A la pieza le apodan “Los Novios” y para mirarla se puede ingresar por la Puerta Quebradora.
Tótem Canadiense
Un regalo único en su tipo. A las espaldas de la Residencia Oficial de Los Pinos, se levanta un tótem que fue diseñado por el canadiense Mungo Martin. Hace algunos años, en el marco del aniversario número 60 de las relaciones bilaterales en Canadá y México, el tótem fue restaurado. Se trata de una escultura de madera que fue donada desde 1960 por el pueblo canadiense a México, y hoy, el tótem es referente clave de los de pueblos aborígenes y las fuerzas de la naturaleza. Monumento a Gandhi Pocos lo saben, pero en la zona de Polanco (que también se considera como parte del bosque) está un parque dedicado a Gandhi. Su inauguración data de los años 70, de cuando se conmemoró al libertador de la India con una escultura hecha de bronce que corrió a cargo de Federico Canessi. Fue un obsequio de la colonia hindú que radicaba en el país. Hoy se erige con orgullo, y funge como un punto de reunión importante en Polanco. Fuente del Idilio del Amor Donde se encuentran las calles de Circuito Interior y Constituyentes, se asoma un hermoso espacio del bosque. Se trata de un lugar idóneo para escaparse por un momento del ajetreo citadino. La escultora poblana de origen libanés, Charlotte Yazbek, fue la responsable de la fuente. Fue fundida en bronce en 1974, y es una de las pocas de su carácter que existen en México. Obelisco a los Niños Héroes Este monumento fue donado por la Asociación del Colegio Militar, y se sitúa en la calle de Xicoténcatl, muy cerca del acceso por la Puerta de las Flores. En la primera parte de la columna están los nombres de los Niños Héroes, en la segunda la fecha conmemorativa de su hazaña y en la tercera la dedicatoria: “A la memoria de los alumnos del Colegio Militar que murieron como héroes en la invasión norteamericana”. Fuente de la Templanza En la década de los 30, el entonces presidente Pascual Ortiz Rubio mandó construir esta fuente. La estatua que constituye la estructura fue obra del escultor Enrique Guerra, y data de 1908. Hoy se ubica muy cerca a la Tribuna Monumental. Quinta Colorada Se trata de una pequeña y peculiar edificación que se levantó a principios del siglo XX, y que responde al estilo neoclásico francés. Durante sus inicios, la casa fungió como hogar del guardabosque de Chapultepec. Para 1985, el inmueble se remodeló. Y ahora, es un lugar donde se organizan diversos talleres culturales, conciertos, exposiciones, presentaciones de libro, etc.