La Plaza de la ciudadela.
Desde 1910 este espacio se empezó a utilizar como plaza para los movimientos de la Fábrica Nacional de Armas. Durante muchos años, la construcción y su entorno se dedicaron a usos principalmente militares: lo ocupaban los aspirantes al servicio de las armas y los residentes del cuartel establecido en La Ciudadela. Este carácter militar fue subrayado con la ubicación del Museo de Artillería donde actualmente se ubica el mercado de artesanías.
En 1911 el sitio era sumamente frecuentado por los estudiantes de la Academia Nacional de Artes Plásticas para realizar sus prácticas de pintura. Por iniciativa de la asociación del Colegio Militar en 1912 se erige en el centro del parque, frente a la puerta norte de La Ciudadela, un monumento en honor a José María Morelos y Pavón en conmemoración a los últimos días de su vida encarcelado en el edificio durante 1815. La estatua del insurgente fue proyectada por el ingeniero Carlos Noriega y el pedestal por Luis Ortiz Pinzón.
El monumento fue inaugurado por el presidente Francisco I. Madero el 2 de mayo de 1912. En los cuatro lados del pedestal se pueden leer los nombres de Matamoros, Galeana, Bravo y Ayala. Está rodeado de cuatro cañones, al parecer utilizados durante la guerra de Independencia.
En la Plaza de La Ciudadela, también inició lo que sería el movimiento estudiantil de 1968. La Ciudadela era la cancha de todos los días. El jardín del estudiante, le llamaban. Desde 1996 la Plaza de la Ciudadela se convierte en un gran salón de baile de danzón. El parque lleva actualmente el nombre de Plaza de La Ciudadela José María Morelos y Pavón.