La Fiesta de las balas, el retrato de una revolución mexicana salvaje y brutal

La Fiesta de las balas es un cuento memorable de la revolución.

 

La fiesta de las balas es el título genial de un cuento fabuloso de Martín Luis Guzmán, sobre la Revolución Mexicana; aquellos acontecimientos que movieron a todo un país cambiando su estructura social. Luis Guzmán pertenece a la primera generación de escritores de la Revolución que incluye a otras figuras como Mariano Azuela; José Vasconcelos y José Rubén Romero.

Martín Luis Guzmán Franco, escritor, periodista y diplomático mexicano, escribió inspirado en las experiencias de la Revolución mexicana de 1910. Tanto Guzmán como Vasconcelos y Azuela fueron hombres criados bajo el régimen de Porfirio Díaz, que se entusiasmaron mucho con los ideales maderistas y los levantamientos armados, se desilusionaron muy fácil con muchos actos que los textos históricos han descrito de “brutales” y que se desencadenaron en la Revolución.

 

 

Martín Luis Gúzman se unió a las tropas de Francisco Villa con quien trabajó de cerca. Tras ser encarcelado en 1914, se fue como exiliado a España, y en 1915 publicó en Madrid, La querella de México, su primer libro. De 1916 a 1920 vivió en EU, publicó su segundo libro, A orillas del Hudson. Exiliado desde 1924 hasta 1936 en España, escribió para varios periódicos, y su libro El águila y la serpiente, publicado en 1928, contenía memorias de las luchas civiles en México, de donde se desprende La Fiesta de las balas.

El águila y la serpiente es una novela autobiográfica sobre la Revolución Mexicana que se centra en los acontecimientos acaecidos entre 1913 y 1915 de la Revolución Mexicana y las experiencias de Guzmán durante dicho periodo. Cada capítulo describe a una persona o un evento durante la revolución, y el libro es popular por las descripciones de los líderes grandes, especialmente las de Francisco Villa.

 

 

La novela se divide en dos partes. La primera parte, “Esperanzas revolucionarias”, sigue un intelectual al norte del país durante la revolución y sus interacciones con los villistas y los caudillos. La segunda parte, “En la hora del triunfo”, se enfoca en su incursión política y tiene lugar en la Ciudad de México. Aunque esta novela es basada en eventos verdaderos, es un texto de ficción que expresa los sentimientos y las memorias de los que vivieron durante la revolución. Guzmán uso ese tipo de ficción para capturar una verdad personal y colectiva sobre la revolución.

Sobre La fiesta de las balas, el cuento se enfoca en la violencia ficticia de Pancho Villa y Rodolfo Fierro. Es uno de los cuentos más famosos de este texto porque representa la violencia del villismo y la guerra. Es frecuente que se muestre a Villa como un bárbaro y de lenidad al mismo tiempo, que lo muestren como carismático y mortífero.

 

 

El mismo autor dice que lo que va a narrar no es estrictamente histórico, sino que tiene “el toque de la exaltación poética”. Además, la unidad del tema, el desarrollo de la trama y la creación del suspenso lo colocan dentro del cuento. En el texto se ve retrato a Rodolfo Fierro: el representante más brutal del villismo. El cuento empieza con la presentación rápida y periodística del fondo histórico.

Sobre la figura de Villa en La fiesta de las balas, así como de otras figuras revolucionarias en Él águila y la serpiente, es posible esa construcción popular de la masculinidad y barbarie del macho mexicano. Como si Rodolfo Fierro fuera la el alter ego inhumano de Pancho Villa, al ser un “modelo de virilidad” quetambién se muestra como modelo de barbarie, al ser líder de la División del Norte, cuya reputación era la de ser salvaje y brutal.

 

 

Con una descripción lenta y precisa, Guzmán hace destacar la figura solitaria de Fierro desafiando el viento de la llanura desolada. La visión de los trescientos prisioneros acorralados como reses también contribuye a la escultura del superhombre. La rara pulsación que siente Fierro crea el suspenso y acelera el ritmo del cuento.  A lo largo del texto se mantiene la expectación y el ritmo equilibrados describir los corrales llenos de prisioneros y los movimientos de Fierro.

La brutalidad inhumana de Fierro, se contrasta con el soldado que no logra matar al único que salva la tapia y, sobre todo, con el asistente que se persigna antes de acostarse y que pretende no entender la orden de Fierro de dar el tiro de gracia al hombre herido que pide agua.

 

 

La fuerza de esta obra se deriva en gran parte de la impersonalidad con que Guzmán la narra. Jamás se permite una palabra de compasión por los condenados ni una palabra de censura por Fierro. La elaboración artística de Guzmán parece haberse contagiado de la indiferencia de Fierro. Convierte el sufrimiento humano en motivos artísticos: “…fuga de la muerte en una sinfonía espantosa…”; “otros bailaban danza grotesca…”; los cadáveres… “se levantaban, enormes en medio de tanta quietud, como cerros fantásticos, cerros de formas confusas, incomprensibles”.

Como cuento “La fiesta de las balas” luce perfección técnica. Como obra de la Revolución Mexicana, capta acertadamente la crueldad bestial y épica de Rodolfo Fierro. Como obra mejicana en general, sorprende la falta de compasión por los de abajo que se puede atribuir a la dificultad que tenían los autores con títulos profesionales de identificarse con los soldados analfabetos. A la generación siguiente le tocaba retratar al pueblo, los campesinos, indígenas y mestizos de la época que aportan a Villa líneas de caudillos para recuperar las tierras propias e identidad cultural.