A lo largo de este corredor peatonal que se extiende desde la calle Aldaco hasta la Av. 20 de Noviembre se ubican 18 edificios que por su valor arquitectónico han sido catalogados como monumentos históricos, entre los que destacan el Templo de Regina Coeli, que da nombre a la calle, y el Hospital Concepción Béistegui, que hoy en día alberga un asilo para adultos mayores.
Una de las características sobresalientes de este corredor es la vida cultural que se desarrolla principalmente en dos espacios: la Clínica Regina, de carácter independiente, donde bajo la consigna de propiciar el saneamiento cultural se imparten desde 1993 talleres de grabado y se montan exposiciones tanto de artistas internacionales como nacionales, y Casa Vecina, un centro cultural a cargo de la Fundación Centro Histórico en el que se ofrecen talleres, seminarios y espacios de exposición orientados a la gestión de proyectos artísticos contemporáneos y a la investigación.
Si bien durante el día este corredor cultural está permeado por la cotidianidad de las familias que habitan las vecindades y edificios que se encuentran en la calle, por las noches el ambiente se torna más adecuado para aquellos que disfrutan de las caminatas nocturnas y el ambiente bohemio.
Varios son los bares y cafés que a partir de la peatonalización de Regina han sacado sus mesas a las calle para permitir que sus clientes disfruten del paisaje urbano. Sin embargo, son los establecimientos tradicionales, aquellos cuya historia es previa a la creación del Corredor Cultural, los que cuentan con una propuesta más interesante: la mezcalería Al Andar que ofrece, además de mezcales de autor y cremas de mezcal, cervezas tradicionales y la pulquería La Risa, ubicada en el callejón de Mesones, también rehabilitado y peatonalizado, que se encuentra a unos pasos del Corredor Cultural Regina.
Ya sea de mañana o de noche, la calle Regina es el lugar ideal para realizar caminatas alejadas del ajetreo característico del Centro Histórico de la ciudad de México.
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