En el cruce que forman las calles 5 de Mayo y Filomeno Mata, en el Centro Histórico de la ciudad de México, se sitúa El Bar La Ópera, establecido en 1895 para servir como un espacio de reunión para aquella población adinerada que, durante el porfiriato, construyó una ciudad que buscaba emular el refinamiento estético francés.
Bajo sus finos techos adornados con molduras biseladas, sentadas en muebles revestidos de terciopelo rojo, reposan las ilusiones de personajes ilustres del ámbito político, cultural y artístico nacional e internacional que transitaron en algún momento de su vida por el legendario Bar La Ópera.
Se sabe que durante los más de 100 años de existencia de La Ópera, Octavio Paz, Carlos Monsiváis, Gabriel García Márquez, Carlos Fuentes, Jacobo Zabludovsky y varios de los presidentes mexicanos hicieron de este lugar su espacio de reunión. Asimismo, la belleza arquitectónica de sus interiores llevó a varios directores de cine a hacer de La Ópera un foro cinematográfico: películas icónicas del cine mexicano como Los de abajo se grabaron aquí; incluso, personalidades como Angelina Jolie y Antonio Banderas inmortalizaron escenas dentro de La Ópera.
Si bien la mayoría de historias que se han desarrollado dentro del Bar La Ópera corresponden a épocas de prosperidad, destaca el hecho de que la historia que más fama ha dado al lugar sea una que sucedió en aquellos tiempos en los que La Ópera, al igual que el resto del país, sufría los estragos derivados de la violencia que desataba la Revolución Mexicana.
Se cuenta que el mismísimo Pancho Villa entró a La Ópera junto con Emiliano Zapata, y que en plena juerga sacó su pistola y soltó un tiro que se incrustó en el techo de la cantina. El hoyo que dejó el disparo persiste ahí, y se ha convertido en uno de los mayores atractivos del lugar.
Hoy en día el Bar La Ópera sigue cautivando el gusto y los paladares de personalidades reconocidas de la política nacional y de la cultura, pero también continúa siendo un espacio en el que las personas “normales” descubren la realidad de las ilusiones que han construido espacios legendarios en los que se trasluce su propia historia, la historia de su ciudad.
Leave a Reply