¿Cuáles son los edificios más antiguos de la Ciudad de México?

Construcciones alrededor de la ciudad que han prevalecido desde épocas remotas.

Apenas un año después de que los españoles llegaran a México y derrotaran a los mexicas, construyeron edificios llenos de simbolismo para los nuevos “miembros” de la Corona española. Algunos los erigieron sobre las pirámides más emblemáticas de los mexicas, otros en los alrededores, todos con mensajes e insignias de poder religioso o político.

Aunque por las constantes inundaciones (recordemos que la Ciudad de México está construida sobre el lago de Texcoco) muchos de los edificios iniciales fueron destruidos, increíblemente, aún se conservan algunos vestigios con más de 500 años. Edificaciones llenas de historia y testigo de frenéticos cambios de una cultura que fue un híbrido obligado, una historia de subyugación y surrealismo.

Catedral Metropolitana de la Ciudad de México

Su historia está inmersa en el simbolismo y el poder. Fue mandada construir por Hernán Cortés, bajo los planos de un arquitecto español llamado Claudio de Arciniega, quien encontró inspiración en el estilo estético de las catedrales españolas. Las obras de construcción dieron comienzo en 1573, alrededor de una iglesia que fue levantada pocos años después de la caída de Tenochtitlán. Cabe mencionar, que aquel predio solía ser un importante centro religioso para los aztecas. Pero hoy por hoy, es el sitio donde se erige la impresionante Catedral Metropolitana, un edificio donde se asoman los restos de una civilización avasallada.

Palacio Nacional

Si la Catedral Metropolitana, bajo el disfraz religioso, fue la corona de la subyugación, en el ámbito político lo fue el Palacio Nacional, que comenzó a construirse en 1522. Ahí Hernán Cortés construyó su residencia, simbólicamente ubicada en parte del antiguo Palacio de Moctezuma. Lamentablemente, hacia 1692, se organizó un motín por parte de los capitalinos, quienes exigían respuesta a la hambruna que invadía al pueblo. Incendios provocaron el deterioro del palacio, el cual reconstruyó hasta 1711. Pero sin duda, la gran remodelación se dio en 1930.

Colegio de San Ildefonso

Cuando los jesuitas arriban a la Nueva España, buscan comenzar con la labor educativa. Fundan el Colegio Máximo de San Pedro, el de San Pablo y algunos seminarios. De la fusión de estas tres instituciones, nace en 1583 el Colegio de San Ildefonso, para que las escuelas de la congregación fueran regidas por un mismo rector. Para 1867, la Ley Orgánica de Instrucción Pública crea la Escuela Nacional Preparatoria, la cual encuentra su sede ideal dentro de los muros de este fantástico edificio.

Palacio de Minería

Las fechas exactas varían, pero se estima que el diseño del Palacio de Minería fue elaborado a finales del siglo XVIII, alrededor de 1797, por el valenciano Manuel Tolsá. Sería hasta 1813 que el edificio tendría su inauguración como sede del Real Seminario y el Real Tribunal de Minería. Se trata de uno de los primeros edificios que se construyeron como parte de las remodelaciones por los hundimientos de aquella época. Hoy por hoy, es considerado una obra maestra del arte neoclásico en América.

Alameda Central

No es en sí un edificio, pero sí una construcción icónica. Se le conoce como el parque público más antiguo de la Ciudad de México. Desde más o menos 1590 se instruyó construir un parque para embellecer la ciudad y al mismo tiempo, ser un espacio recreativo para los capitalinos. Se trajeron olmos blancos y negros desde Coyoacán. De esta manera, la ciudad siempre ha contado con ese emblemático pulmón y paraje de paseo en el centro de la antigua Tenochtitlán.


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