La historia del último río vivo de la Ciudad de México

El Río Magdalena es el último río de la ciudad y todavía hay tiempo de recuperarlo.

 

El río Magdalena es uno de los dos cursos de río a cielo abierto que aún subsisten en la ciudad. Este río nace en el cerro de San Miguel, una zona de bosque templado que pertenece a la Sierra de las Cruces, y atraviesa Los Dinamos, un área protegida al suroeste de la Ciudad de México.

El río magdalena tiene alrededor de 20 kilómetros de longitud y su flujo es permanente y alcanza un promedio de 1 m³/s, con picos en temporada de lluvias de hasta 20 m³/s. A la fecha, la mayor parte del caudal es aprovechada para consumo humano.

Por eso razón la cuenca del río se localiza en zona de reserva ecológica; aunque gran parte de la superficie se encuentra en proceso de avanzada deforestación, pues la zona es invadida por la mancha urbana. Protegerlo de la erosión y potenciar esta característica ayudaría en la protección del medio ambiente.

El tramo fue entubado en la década de 1930 como parte de las obras de modernización y sanidad urbana, atravesando San Jerónimo Aculco, Tizapán (calle río Magdalena, actual eje 10 Sur), San Ángel y Chimalistac (calle Paseo del Río), en la alcaldía Álvaro Obregón.

National Geographic

Este río corre a lo largo del parque Viveros de Coyoacán, se une con el río Mixcoac y desemboca en el río Churubusco. Forma parte de la cuenca del río Moctezuma, que a su vez integra la Región Hidrológica del Pánuco. Su longitud total es de 28 km y se ha estimado su caudal medio en 20 millones de metros cúbicos/año.

La zona donde se origina el río era llamada Atlitic o “lugar donde abunda el agua” por los grupos indígenas. Pertenecía al señorío o altepetl de Coyoacán, donde había en los cerros numerosos santuarios dedicados al dios Tláloc. En la época colonial fue parte del Marquesado del Valle de Oaxaca, de Hernán Cortés, y fue reconocida como patrimonio del cacique y gobernador de Coyoacán, Juan de Guzmán Ixtolinque.

agua.org

Cortés encargó a los frailes dominicos del convento de Coyoacán la congregación y conversión de los indígenas de esta región. Así se fundó el pueblo e iglesia de María Magdalena Atlitic, que dio nombre al río. A fines del siglo XIX se instalaron en Los Dinamos cuatro plantas generadoras de energía eléctrica para abastecer las fábricas textiles de La Magdalena, La Alpina, Puente Sierra y El Águila.

El desarrollo urbano del siglo XX contribuyó a la contaminación del río, al ser usado como vertedero de aguas negras. Por esta razón fue parcialmente entubado en los años treinta. Desde 2019, el Colectivo SIETE convocó a la sociedad civil y diversos actores para realizar la Limpieza del tramo Francisco Sosa a Madrid, del último Río Vivo de la Ciudad de México.

Comunidad Río Magdalena

El evento resultante de la sinergia de más de 100 organizaciones convocó a más de 700 voluntarios, capturó más de 2000 fotografías urbanas, por voluntarios que realizaron el taller fotográfico y reunió a los artistas visuales Enrique Chiu y MOCRE para la realización de un Mural Comunal en las orillas del río a la altura de avenida universidad, el cual tiene la intención de embellecer el paseo del río, lograr conciencia de que este es el último río vivo en toda la ciudad de México y, por supuesto, dejar huella y evidencia de la creación colectiva.

Desde hace años, se espera preservar el último río de cauce abierto de la ciudad, para convertirlo en una vía limpia, que alimente espacios verdes y contribuya a mejorar el abastecimiento de agua. Hoy la ciudad necesita recuperar sus ríos como parte de la solución al problema de abastecimiento de agua y para que sus habitantes puedan disfrutarlos.

El Universal 

El rescate integral de la cuenca del Río Magdalena es un plan maestro que contempla la reforestación con especies nativas, atención fitosanitaria a los árboles plagados y remoción de los que se encuentren en mal estado. Incluye la regulación de las zonas en donde los comuneros y los ejidatarios practican la agricultura y el pastoreo, así como la de las actividades de ecoturismo para que no dañen el ambiente.

Para esto también es necesario detener el crecimiento de la mancha urbana, las descargas residuales (legales y clandestinas) que se vierten en el río, quitar los desechos sólidos de todo tipo que hay en el lecho y en los bordes.

El Universal 

Se contempla también el aprovechamiento del agua de lluvia para regar parques y jardines, evitar las inundaciones por crecidas extraordinarias del río y el desperdicio de una gran cantidad de agua limpia que actualmente se va al drenaje. Esperemos que en un futuro se convierta en un mejor espacio para beneficio de todos los habitantes.

 

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