En Atlixco, Puebla, se ubica una de las atracciones turísticas más extrañas del estado: se trata del OVNI de Atlimeyaya, una singular escultura rodeada de acontecimientos extraños.
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La próxima vez que vayas a Puebla, no puedes dejar pasar la oportunidad de ver el curioso OVNI de Atilmeyaya, una escultura que se ha convertido en ícono del estado. Todo comenzó en 2001, cuando un viejo y oxidado tanque de agua fue convertido en una nave del espacio exterior. La transformación corrió a cargo del escultor chileno Ricardo Vivar, quien creaba obras con desechos industriales. Pero, ¿por qué un OVNI? Bueno, la respuesta se puede encontrar en las leyendas y rumores que cuentan los pobladores de Atlixco.
Imagen de: México Desconocido
La gente de la zona asegura que se han avistado varios OVNIs a lo largo de los años, ya sea como luces intermitentes que se atisban en el cielo o alguna forma extraña que pasa volando por el cielo nocturno. Lo cierto es que Atlixco y Metepec son dos de los pueblos con más fama de tener actividad extraterrestre o sobrenatural en el país. El platillo volador, mejor conocido como el “monumento al OVNI”, es visible desde la carretera Metepec – San Baltazar, ya que se encuentra en la cima del cerro de la Casita Blanca de Metepec.
La fama de Metepec como tierra de OVNIs se comenzó a forjar en los 90s, cuando salieron a la luz varios reportes de luces extrañas que se prendían en el cielo durante las noches. Tal fue el revuelo que generó este acontecimiento, que acudieron periodistas locales, nacionales e internacionales, además de ufólogos y visitantes extranjeros. Cada fin de semana llegaban cientos e incluso miles de turistas, quienes acampaban en las inmediaciones del cerro para presenciar el espectáculo nocturno: una bola de luz incandescente que salía desde el Popocatépetl hacia Atlixco.
Imagen de: yosoypuebla.com
Los lugareños supieron ver el potencial de la situación, por lo que poco tiempo después comenzaron a aparecer restaurantes, cabañas, servicios para acampar y tiendas de suvenires. Hasta se hacían lunadas, reuniones y noches de estrellas para los avistamientos de OVNIs. Eventualmente, esta fama y atención desorbitadas se cristalizaron en la monumental escultura del OVNI de Atlimeyaya, para consagrar el lugar. Si vas a visitarlo, vale la pena pasear alrededor del cerro, ya que las vistas que ofrece del Valle de Puebla son impresionantes. Además, hay una preciosa cascada cerca del monumento, y exuberantes viveros a solo 10 minutos, en Atlixco.
Imagen de: elgrafico.mx
Cabe destacar que el OVNI de Atlimeyaya está muy cerca (¿coincidencia?) del Punto Marconi, un “punto muerto” ubicado sobre la carretera. En esta ubicación ocurre una ilusión óptica muy particular, la cual hace parecer que los autos ruedan cuesta arriba, desafiando la gravedad. La respuesta fue encontrada por el ingeniero Norberto Gil Salgado, quien demostró, por medio de un altímetro, que el extraño efecto que se presenciaba era solo una ilusión.
Otra escultura con una historia alucinante: la estatua de la libertad de Iztapalapa.
*Imagen de: Xavier Niebla O’Gorman