Las grandes construcciones de antaño siempre tienen sus misterios; en México, son las pirámides y templos los que esconden más secretos. Ejemplo de ello son los túneles de la Gran Pirámide de Cholula.
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Cholula es una de las zonas arqueológicas más importantes de México. Su nombre deriva de la palabra prehispánica Chollolan, que significa “lugar de huida”. Fue una de las ciudades toltecas más poderosas de su época, hasta que el imperio mexica la convirtió en su tributaria. Estaba en una posición estratégica, ya que era un nodo muy importante dentro de las redes comerciales mesoamericanas, incluso desde los tiempos de Teotihuacán. Su origen se remonta al Preclásico Tardío, pero su auge no se dio sino hasta el Clásico y el Posclásico. Sin embargo, la indiscutible protagonista de la ciudad es la Gran Pirámide de Cholula.
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Esta pirámide es la de mayor superficie en toda Mesoamérica (450 metros por lado), y está dedicada a Tláloc, dios de la lluvia. Cabe destacar que no está compuesta por un solo bloque, sino que es una serie de construcciones superpuestas, levantadas en diferentes etapas a lo largo del tiempo. Hay hasta 5 etapas de construcción, una sobre la otra; la que está en la cima y en la parte más visible es la Iglesia de Nuestra Señora de los Remedios, erigida por los evangelizadores españoles. Además, cuenta con un conjunto de pinturas murales que son reconocidas como de las más importantes de la época prehispánica: Los Bebedores y Los Chapulines.
No obstante, la característica más interesante y curiosa de la Gran Pirámide de Cholula son sus túneles. De hecho, una de las partes del recorrido por la zona arqueológica consta de una visita a un túnel de 280 metros de largo que atraviesa la pirámide, iluminado artificialmente. Pero la pregunta es: ¿quién construyó estos túneles y para qué? ¿Acaso fueron los toltecas, quienes utilizaban las entrañas de la pirámide para llevar a cabo rituales secretos? La respuesta es más sencilla de lo que imaginas.
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Los túneles, en realidad, fueron excavados por arqueólogos durante el siglo XX, para entender mejor la historia y estructura del monumento religioso y arquitectónico de mayor volumen del continente americano. Esta estrategia fue la convenida para explorar las profundidades de la Gran Pirámide de Cholula, ya que había sido abandonada y cubierta por la naturaleza después de siglos de abandono, además de que ya se levantaba la iglesia en su cima. De esta manera, fue necesario utilizar una técnica poco convencional, que permitiera penetrar sus secretos.
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A través de una excavación muy delicada y profesional, se fueron descubriendo los diferentes frentes de las estructuras superpuestas. Cuando el proyecto culminó, en 1971, más de 10 km de túneles atravesaban la mole de la pirámide. Si bien se demostró que la Gran Pirámide de Cholula contenía diversas subestructuras, también se encontró que su complejidad era mucho mayor de lo esperado. La solución de los arqueólogos fue crear modelos resumidos del desarrollo de la pirámide, lo cual alivió considerablemente el aspecto logístico del proyecto, pero simplificó en demasía una de las secuencias arquitectónicas más complejas de Mesoamérica.
Zona Arqueológica de Cholula
Dónde: Calle 14 Pte. S/N, San Miguel, Zona Arqueológica San Andrés Cholula, 72760 San Andrés Cholula, Puebla.
Puebla es una ciudad con secretos subterráneos: conoce aquí la historia de sus túneles.
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