Conoce uno de los panes prehispánicos con una larga tradición.
Los tlaxcales, básicamente, son el pan dulce más delicioso de Tlaxcala. Se elabora a base de una masa de maíz y azúcar, tiene forma de pan triangular y a veces redondo. Su nombre proviene náhuatl tlaxcalli, que significa tortilla o pan de maíz, muy semejante al nombre del estado Tlaxcala, que tiene el mismo origen y significado.
Al igual que en muchas culturas de México, el uso del elote, en todas sus variantes, como el maíz y la mazorca, representan una importante fuente de alimentación debido a su valor nutricional y a las técnicas de cultivo de esta planta desarrolladas desde hace cientos de años.
En la región de Tlaxcala se le conoce como mazorca al elote, cuando éste ya no es tan fresco ni carnoso, sino duro y seco y los granos están muy apretados, debido a la especie utilizada. Con los granos de la mazorca molidos, con la que se elabora la masa para este pan dulce, se logra un sabor dulce pero moderado, debido al maíz y al azúcar añadido, además de tener una textura muy suave al igual que su sabor.
Hay dos recetas básicas para preparar tlaxcales. La primera es a partir del maíz fresco, y la otra es con la mazorca. Los ingredientes adicionales que son agregados que varían desde canela, piloncillo, mantequilla, agua, leche, ralladura de naranja, nata, manteca, royal, huevo o incluso mermeladas en algunas regiones.
Para elaborar los tlaxcales de manera tradicional es importante dos aspectos que le brindan el sabor delicioso y único a estos panes. El primero punto es que el maíz debe ser molido en el metate, hasta obtener la harina fina para la masa, a la que se le irán añadiendo los ingredientes secos, como la canela y el piloncillo, todo durante la molienda en el metate.
Luego se le añadirán los ingredientes líquidos para formar la masa. El segundo punto importante es que las tortitas de masa cruda deben ser cocidas en un comal de barro, el cual le dará la cocción a la temperatura perfecta y el sabor especial.
Este pan tradicional también se vende en Hidalgo y Puebla, pero le adicionaron el sello distintivo según el artesano, como mermeladas para acompañar, u otros saborizantes como rayaduras de cítricos.
La evolución de la gastronomía en el mundo se le han añadido ingredientes para modificar la pasta al gusto de los que la preparan y asemejarla a un pastelillo de elote. Es un alimento con varias atribuciones no solo nutricionales al aportar carbohidratos, proteínas y vitaminas, pues resiste un considerable periodo de tiempo en buen estado antes de su descomposición.
El tlaxcal se utiliza para ofrendas y altares en día de muertos, junto al mole, a las flores y frutas, pero el pan prehispánico siempre sabe mejor cuando se acompaña con un delicioso chocolate, o un café de olla o un buen licor.
Por toda Tlaxcala, es posible ver puestos donde venden tlaxcales que ofrecen incluso como galletas de maíz, un tanto secas, pero deliciosas, aunque el sabor varía dependiendo de la receta de familia.
Es posible que sigamos comiendo este pan cuyos orígenes prehispánicos se remontan a la cultura chichimeca que habitaron en la región de Tlaxcala desde hace aproximadamente 800 años.
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