Yuriria es un sitio obligado para comenzar una ruta de turismo religioso en Guanajuato.
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Guanajuato tiene una de las rutas turísticas religiosas más completas del país, que con mano de obra indígena edificaron verdaderos fuertes medievales cuya memoria arquitectónica es inmensa.
El pueblo mágico de Yuriria, apocope del purepecha Yuririapundaro o “lago de sangre”, llamado así́ por el agua de tonos rojizos que yacía en un cráter que ahora se encuentra seco.
Yuriria fue uno de los lugares que los españoles tardaron más tiempo en dominar, ya que las batallas con los chichimecas y tarascos que habitaron largo y ancho del río Lerma, se prolongaron por más de medio siglo.
Pero el fervor era tan intenso para el misionero agustino fray Diego de Chávez, quien fundó esta población, que en los siguientes años construyó un convento tan ostentoso que el mismo virrey Marqués de Falces intentó suspender; pero fue el mismo fray Diego el que convencio al Marqués de terminar la monumental obra.
Tardaron una década en edificar el sitio, el resultado fue un edificio barroco con bóvedas nervadas sin cúpula, sin torre, pero con defensas compuestas de pequeños pilares para resistir los asaltos de los indios. El lugar incluyó almenas, capillas y un claustro rodeado por arquerías de medio punto y un jardín interior. Un sitio tan grande que era totalmente desproporcionado con el tamaño del pueblo y el número de feligreses.
Yuriria tiene una obra arquitectónica única en un Pueblo Mágico de Guanajuato. Este ex convento agustino del siglo XVI ha resistido el paso con su magnificencia arquitectónica siendo una de las primeras construcciones coloniales erigidas en esa zona del centro de México.
Esta obra monumental se debe a Fray Diego de Chávez y Alvarado, quien cuenta con una estatua que desafía el paso de los siglos en la explanada del complejo arquitectónico.
Fray Matías de Escobar, cronista agustino del siglo XVIII, describe a Chávez y Alvarado como un hombre “natural de Badajoz” (suroeste de España) que tomó “en el convento de México el hábito” y que fue prior en “Tacámbaro, Tiripitío y Yuririapúndaro (Yuriria), todos los cuales conventos fundó”.
Chávez y Alvarado era sobrino en primer grado de Pedro de Alvarado, que participó en la conquista de México, Cuba, Guatemala, Honduras y El Salvador. Según la información disponible en el museo del ex convento de Yuriria, también llamado de San Pedro y San Pablo, antes de iniciar la obra de la iglesia y el convento en 1550, se urbanizó el poblado y se construyó el hospital.
Yuriria se encuentra a 320 kilómetros al noroeste de la Ciudad de México, se convirtió en el pueblo principal desde donde se siguió evangelizando a los indígenas de localidades cercanas, gracias también a la red de caminos construidos para tal propósito. Entrar al claustro es de acceso restringido, para preservar el espacio que se encuentra en manos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), con un patio con corredores erigidos en dos niveles.
El lugar tiene pasillos que sirven de vestíbulo para las celdas de la parte superior. El corredor norte comunica con lo que fue el pasillo claustral con 24 celdas distribuidas en tres dormitorios. En la época de la conquista fue el dormitorio más grande y ancho de la Nueva España. Todas las habitaciones de los frailes miraban a la laguna de Yuriria, considerada la primera obra hidráulica de la América colonial de 1548.
Todavía son visibles a simple vista las pinturas al fresco que adornan las paredes del monasterio y llama la atención lo que parece ser una escena de la matanza de los inocentes descrita en el evangelio de Mateo. En la parte alta hay gárgolas con las figuras que acompañaban a los evangelistas: toro, águila, león y ángel.
La cocina, hoy ocupada por una parte del museo, las despensas, el granero, la llamada sala de profundis y el refectorio se localizan en la parte baja y más antigua del convento. En las cuatro columnas del acceso se encuentran San Pedro y San Pablo, qué con los querubines, representan a los pilares de la iglesia.
Los agustinos, miembros de una de las tres órdenes mendicantes que se embarcaron hacia el Nuevo Mundo, se les encomendó evangelizar buena parte del territorio. El número de frailes que componía la orden en 1533 era inferior al de los franciscanos y dominicos, así que se les dio licencia provincial para levantar el pueblo de Yuririapúndaro siendo el convento la base para evangelizar la región.
A lo largo de los años, muchos retablos de cedro rojo se perdieron en la quema para sacar a Agustín de Iturbide; han quedado marcas de balazos de tiempos de la Revolución y la Guerra Cristera.
Recuerda que para la preservación del lugar, este sitio tiene acceso restringido.
Convento de Yuriria
Dirección: Antiguo del Tareta, 38940 Yuriria, Guanajuato