Lo más común, es sentir que en la calle uno debe tener prisa, pues generalmente no hay espacios para relajarte. Cuando uno va pasando por una acera a la que está acoplada una banca, por ejemplo, se envían distintos mensajes a la vez: como el hecho de que la calle puede ser un lugar de esparcimiento, no solo de un frenesí laboral; el que la ciudad puede ser un sitio contemplable, y el quizá más importante: que la calle es tuya, de cualquiera, sin importar de dónde vengas.
Una de las maneras de arrebatar la supremacía al auto en las calles es crear andadores peatonales, como una muestra de que la ciudad puede ser más incluyente, y que es posible disfrutarse paseando. En esta lógica, y como una forma de acercar el centro a las personas, los domingos, la icónica Avenida 20 de noviembre será cerrada a la circulación de los automóviles por el gobierno del D.F.
Además de que, naturalmente, podrá circularse caminando, también se acoplarán sillas, mesas y sombrillas para que aquél que desee sentarse a observar el movimiento del sitio.
El experimento se trata de uno interesante, pues la avenida tiene una anchura considerable y alberga como fondo la Catedral y el Zócalo de la ciudad de México, lo que enmarca la escena con un monumental escenario. Además, en su trayecto, antes de llegar al Zócalo, se dibujan decenas de altos edificios coloniales.
La idea es muy sencilla; sin embargo, este tipo de alicientes son los que hacen de una ciudad, una incluyente. Se trata de una lenta pero sólida recuperación de los espacios para el esparcimiento y cultura, dejando a un lado al engorroso y deprimente automóvil (al menos los domingos).
Fechas: domingos de 8 a 20 hrs.
*También en MxCity: Estas son las zonas peatonales más bellas del D.F.
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