Octavio Paz siempre vivió en la ciudad de México. Fue ganándose el respeto de muchos por su sensibilidad poética, sus temas desarrollados y su gran capacidad analítica plasmada en sus ensayos. Además, como intelectual (sin necesariamente pretender serlo) confrontó temas políticos y sociales que le fueron abriendo un sitio como crítico.
Así, Paz, ha sido uno de los hijos más queridos de la ciudad de México, y por ello, en el aniversario 100 de su nacimiento, las celebraciones en la urbe fueron muy notorias. Una de la más emblemática se hizo en el metro de la ciudad: se incluyeron líneas de poesía regadas en distintos sitios, en ocasiones acopladas a las escaleras de algunas estaciones. Esta idea poética per se hacía pensar a los transeúntes en abstracciones tan reales como el amor, la muerte o la soledad.
Así se celebró el año de Paz en el metro este 2014. Un repaso:
- Se pusieron a la venta 10 millones de boletos con la leyenda “Octavio Paz viaja en el Metro”.
- Se vendieron 100 mil tarjetas recargables con el fragmento del poema “Amar es Combatir”.
- Se leyeron fragmentos de textos como: “Águila o Sol”; “El Cántaro Roto”, “Los Novios”, “El Silencio”, “Niña”, “Tu Nombre”, “Piedra de Sol” y “Hablo de la Ciudad”, entre otros en la Estación Mixcoac donde se develó una placa conmemorativa (Paz nació en la zona de Mixcoac a escasos metros de la estación con el mismo nombre).
- Se creó un espacio cultural permanente en honor de Octavio Paz en la Estación Mixcocac.
- La Línea 5, uno de los trenes recuperados lleva ya el nombre de Octavio Paz.
- En algunas estaciones de metro, como Miguel Ángel de Quevedo, la poesía de Paz dibujó los escalones y otros rincones.
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