La zona arqueológica de Chupícuaro ha sido poco explorada pero se piensa que es de suma importancia.
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Chupícuaro deriva del purépecha chupicua, planta del género Ipomoea, que se usa para teñir de azul, siendo el término ro, lugar, esto es, que se puede traducir como “lugar azul”.
La cultura Chupícuaro se estableció al sur de Guanajuato, entre los años 650 a. C. Sus antiguos pobladores fueron extraordinarios alfareros y elaboraron singulares vasijas que utilizaban en sus actividades cotidianas y rituales. Muchas piezas se han encontrado como parte del mobiliario funerario como ofrendas o parte del ajuar personal del muerto.
Chupícuaro se destacó por su libertad de expresión, creatividad y la poca estandarización de sus artesanos. Algunas de las piezas más importantes de esta cultura, fueron encontradas en trabajos arqueológicos llevados a cabo entre 1945 y 1946 con motivo de la construcción de la Presa Solís en los límites entre Michoacán y Guanajuato.
La presa inundó 22 poblaciones modernas ubicadas en el valle, entre ellas el pueblo viejo de Chupícuaro, y al mismo tiempo cubrió con sus aguas los restos arqueológicos de los antiguos pobladores prehispánicos.
Importancia de la Cultura Chupícuaro
Se establecieron en una aldea conformada por chozas sobre plataformas revestidas de piedra y con pisos de lodo. Cultivaban maíz, fríjol, calabaza y por la existencia de metates y molcajetes de piedra se sabe que molían el maíz, que sembraron chile y tomates silvestres; además de cazar, pescar y recolectar de productos silvestres.
Aunque es poco conocida, esta zona arqueológica es potencialmente una de las más extensas e importantes del país; existen más de una decena de pirámides construidas en un basamento oval, solo una ha sido parcialmente explorada, se encontraron diversos objetos de cerámica, pedernales y figurillas.
Buena parte de las estructuras se encuentran sin explorar, pero se piensa que existen, tumbas, altares y otros restos dispersos en una extensión estimada de 500 m². Aunque en general, es una zona arqueológica abandonada.
Existen teorías de que los primeros habitantes de Guanajuato pertenecieron a esta cultura. La cultura Chupícuaro se desarrolló en Guanajuato, Michoacán, Guerrero, Estado de México, Hidalgo, Colima, Nayarit, Querétaro y Zacatecas. Se estima que Chupícuaro facilitó la expansión hacia el norte, de elementos mesoamericanos (Raíces culturales del Occidente de México y tal vez del Noroeste, comparable con la Cultura Olmeca en el resto de Mesoamérica.
En 1985, en la primera Reunión sobre Sociedades Prehispánicas, se planteó con respecto a la Cultura Chupícuaro, que los grupos que manufacturaban la cerámica con tradición Chupícuaro, debían considerarse como parte de las sociedades estratificadas mesoamericanas, con una estructura política y territorial definida y no como sociedades aldeanas aisladas, carentes de arquitectura y centros ceremoniales.
Los habitantes de Chupícuaro practicaron un culto a los muertos caracterizado por sepulcros donde se colocaron cráneos trofeo, puntas de obsidiana, metates y manos de metate, figurillas, orejeras, ornamentos de concha, collares y cuentas, herramientas de hueso e instrumentos musicales, los cuales fueron localizados durante las excavaciones alrededor de 1950.
Los numerosos entierros y sus ofrendas permiten conocer el modo de vida de los antiguos habitantes de Chupícuaro, y ojalá que un día haya oportunidad de conocer más a estos habitantes y explorar mucho más en esta zona.
Foto destacada INAH TV