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San Lorenzo Albarradas ha sido reconocido como un lugar sagrado de los antiguos zapotecas.
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San Lorenzo Albarradas cuenta con el Cerro la Lobera y Cerro la Cumbre, algunas afluencias del río que brindan agua a las flores silvestres como el cempazúchitl, la nube, el cartucho, la flor de muerto, el togol, la flor de gallo, la azucena y el rosal, así como algunas plantas comestibles que crecen de forma silvestre: guajales, quintoniles, chepiches y guias de calabaza.
Aquí es posible encontrar patos, tortolitas, águilas, chupamirtos, cenzontles, águila real, zopilotes, cacalote y búhos; además de serpientes coralillo, víbora de cascabel, tricoa, yazaloa y una zona arqueológica aún no explorada, cuya importancia reside en su sistema de canales y ductos de irrigación.
Como en toda Oaxaca se celebran los tradicionales los bailes, las procesiones, las calendas, la feria popular, la carrera de caballos, encuentros de pelota mixteca, la quema de fuegos pirotécnicos y se elaboran artesanías como petates, sombreros y tenates y una rica producción de mezcal artesanal.
Pero lo más reconocido del poblado es que a unos 5 kilómetros de la población se localizan las internacionalmente conocidas cascadas petrificadas de “Hierve el Agua”. Estas cascadas están formadas por carbonato de calcio y tienen aproximadamente 50 metros de altura.
En ese mismo sitio existía un balneario formado por las aguas que emanan sobre la superficie, pero debido a la falta de cuidado especial para la conservación del sitio, se ha ido deteriorando con el paso de los años y se ha prohibido el paso. Aunque muy cerca a este centro recreativo se ubica un módulo ecoturístico local “Turis Yu´u” que sí está abierto al público.
Las cascadas de Hierve el agua se solidificaron y quedaron labradas en la sierra como si el tiempo se detuviera, semejando un cristal derretido que baja por la montaña y permanece inmóvil a la vista. Hoy en día, todavía es posible ver los escurrimientos fosilizados que “caen” desde la altura, esculpiendo una obra de arte natural.
Sitio sagrado para los zapotecas
Este sitio misterioso que envuelve a Hierve el Agua lo han hecho objeto de estudio de geólogos, biólogos y arqueólogos que lo reconocen como un lugar posiblemente sagrado para el pueblo zapoteco. Sus vestigios arqueológicos han permitido develar diversos aspectos de la cultura y modo de vida de los antiguos habitantes de la región.
El nombre de Hierve el Agua se debe a que el agua que nace de los manantiales está hirviendo pero no por altas temperaturas, sino porque los gases minerales que contiene la hacen desprender burbujas gaseosas y obligan al agua a saltar al exterior del conducto subterráneo de la montaña.
Debido a su alto grado de azufre y calcio se dice que estas aguas son medicinales, pues alivian indigestiones, eliminan barros, caspa y enfermedades de la piel, entre otros males. En 1995 se construyó una alberca artificial de poca profundidad que con el paso de los años se transformó en una pared fosilizada denominada “oro líquido”. Ahí ocurre un fenómeno de ilusión óptica pues al entrar al agua pareciera que se está al borde de un voladero, como si la alberca condujera al vacío.
De hecho aquí existen varias leyendas y fábulas. Una de ellas cuenta que en este paraje sagrado se bañaba Condoy, rey de los mixes, para curar sus heridas provocadas en las batallas que sostenía con sus enemigos mixtecos y españoles.
Otra leyenda relata que en la parte norte de la cascada vertical, a la medianoche del 25 de diciembre se oye un cántico de niños y mujeres que entonan una melodía dedicada al Niño Jesús. Sin embargo, la canción sólo puede ser escuchada por aquellas personas que sufren por la pérdida de un padre o uno de sus hijos, lo cual les brinda paz y consuelo.
También se dice que en Año Nuevo la cascada se abre mostrando una enorme caverna llena de riquezas y alimentos encantados, donde las personas pueden elegir entre comer deliciosos manjares que les darán salud y vida eterna o llevar consigo oro y joyas preciosas.
Hoy en día, Hierve el Agua ofrece un espacio de recreación ya que cuenta con un balneario donde se puede nadar, descansar y comer. Además, se rentan cabañas perfectamente equipadas para pasar la noche y sentir toda la energía del lugar. Es posible asimismo hacer un recorrido a pie o en bicicleta por lo que fue el intrincado sistema de riego basado en canales provenientes de manantiales, construido desde hace más de 2 mil 500 años.
Hierve el Agua
Dónde: Roeguía, a 5 km de San Lorenzo Albarradas a 70 km de la ciudad de Oaxaca.
Cuando: todo el años
Cuánto: $25